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domingo, 7 de septiembre de 2014

FRAUDE MASIVO


Groucho Marx le preguntó a una bella mujer si se acostaría con él por un  millón de dólares. Ésta respondió con un rotundo sí, “¿Y por un dólar?”, insistió el genial cómico, “claro que no”, ¿quién se ha creído usted que soy? Señor lo que es usted ya ha quedado bastante claro, ahora sólo estamos discutiendo el precio”. Valga esta maravillosa anécdota para ilustrar que la condición de una persona queda bastante clara desde el momento que abre la boca. Los hechos, por otra parte, son casi siempre contundentes.

La Junta de Andalucía exoneró de justificar cursos a sus propias fundaciones. Estamos ante autoexcepciones para Faffe, la Fundación Audiovisual de Canal Sur y Faisem. La exoneración firmada el 11 de diciembre por el ex Consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo no sólo eximía jurídicamente a la Faffe, sino que confirma que el patético gobierno andaluz tenía plena conciencia del descontrol de las ayudas. Y ese conocimiento alcanza a la formación de IU por más que los bermejos echen balones fuera. En este caso, podemos concluir que estamos a una pandilla de sinvergüenzas. Por no hablar de esos que montaron, al socaire del PSOE andaluz, sociedades para cobrar ayudas millonarias y, al cuarto de hora, desaparecer.

Ese mismo PSOE  regaló una VPO oficial en Sevilla a la mujer del asesor jurídico del partido. La felonía fue cometida por Luis Vargas que era alto cargo municipal y ahora lo es en la Junta. Una firmita de nada que nos viene de los tiempos del ex Alcalde Monteseirin- más conocido como el astronauta- que sirvió para que un tipo que ganaba una pasta gansa se hiciera con las llaves de una vivienda protegida.

El viernes la Capital de la Costa del Sol recibió la visita de la ínclita presidenta Susana Díaz. La mujer que nunca ha ganado unas elecciones democráticas. Fue recibida con pitos y abucheos. Lástima de esas grabadoras que nunca funcionan cuando no les conviene a los garduños. Muchos de los pitos tuvieron lugar en un polígono industrial de Málaga donde los trabajadores de la Utedlt despedidos por la Junta de Andalucía la esperaban, y en compañía de sus hijos, con pancartas exigiendo que se cumplan las sentencias del Tribunal Supremo que ordenan su readmisión.  La Susi no se paró un momento. Eso sí, minutos después de entrar en las instalaciones industriales de Fujitsu, un miembro del séquito de Díaz salió para hablar con un agente de la Policía Nacional. Sorprendentemente el madero pidió datos personales de todos los que habían osado importunar a la trianera. Queda claro que en Andalucía los granujas son protegidos por la policía y, los ciudadanos honrados sufren acoso por parte de aquellos que deberían defendernos.

Probablemente para esa turba que se planta cada día delante de la caja tonta- perdonen la reiteración- estos asuntos no tienen demasiada importancia. Lo suyo vivir en la más absoluta de las inopias. Es el grupo que se identifica con los autodenominados “progresistas”, cuando, en realidad, su condición es clara y diáfana: la de gilipollas profundos.


Sergio Calle Llorens

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