Ese mismo PSOE regaló una VPO oficial en Sevilla a la
mujer del asesor jurídico del partido. La felonía fue cometida por Luis Vargas
que era alto cargo municipal y ahora lo es en la Junta. Una firmita de nada que
nos viene de los tiempos del ex Alcalde Monteseirin- más conocido como el
astronauta- que sirvió para que un tipo que ganaba una pasta gansa se hiciera
con las llaves de una vivienda protegida.
El viernes la
Capital de la
Costa del Sol recibió la visita de la ínclita presidenta
Susana Díaz. La mujer que nunca ha ganado unas elecciones democráticas. Fue
recibida con pitos y abucheos. Lástima de esas grabadoras que nunca funcionan
cuando no les conviene a los garduños. Muchos de los pitos tuvieron lugar en un
polígono industrial de Málaga donde los trabajadores de la Utedlt despedidos por la Junta de Andalucía la
esperaban, y en compañía de sus hijos, con pancartas exigiendo que se cumplan
las sentencias del Tribunal Supremo que ordenan su readmisión. La
Susi no se paró un momento. Eso sí, minutos después de entrar
en las instalaciones industriales de Fujitsu, un miembro del séquito de Díaz
salió para hablar con un agente de la Policía Nacional.
Sorprendentemente el madero pidió datos personales de todos los que habían
osado importunar a la trianera. Queda claro que en Andalucía los granujas son
protegidos por la policía y, los ciudadanos honrados sufren acoso por parte de
aquellos que deberían defendernos.
Probablemente para esa turba que se planta cada día delante
de la caja tonta- perdonen la reiteración- estos asuntos no tienen demasiada
importancia. Lo suyo vivir en la más absoluta de las inopias. Es el grupo que
se identifica con los autodenominados “progresistas”, cuando, en realidad, su
condición es clara y diáfana: la de gilipollas
profundos.
Sergio Calle Llorens
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