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martes, 20 de mayo de 2014

ALAYA: CANONIZACIÓN YA


El argumento estrella de todos los periodistas para atacar a la Juez Alaya es siempre el mismo; las imputaciones coinciden en el tiempo con procesos electorales. Y eso, según la gran mayoría de articulistas, es sencillamente inaceptable. Vienen a decirnos que los vínculos de la sevillana con el PP son evidentes. Imaginemos por un momento, que es mucho imaginar, que esa afirmación fuese cierta. En cualquier caso, no afectaría al trabajo de la magistrada como destapadora de la corrupción andaluza. Exponer sus fechorías cuando hay comicios debería hacerles reflexionar sobre las consecuencias de sus actos.

Dicho en Román Paladino; es mucho más grave los millones robados en el caso de los ERE falsos o de los cursos de formación de los parados, que la alineación ideológica de la togada. En mi modesta opinión, los articulistas que con tanta vehemencia atacan a la única persona que está investigando el latrocinio institucionalizado, hacen un flaco favor a la democracia, al margen, claro está, de protagonizar un ridículo espantoso. Habría que recordar que todo juez tiene ideología y, evidentemente, sus filias o sus fobias. 

En todo el asunto sigo echando a faltar una idea novedosa en el ataque a la señora Alaya. Un argumento innovador que deje en evidencia a la enemiga número uno de la Junta de Andalucía. Empero, los articulistas y tertulianos del régimen siguen intentando cargarse a Alaya sin que se les caiga la cara de vergüenza. Y lo hacen con un discurso plagado de erratas y de atentados constantes contra los principios básicos de la gramática y el sentido común.

Por eso cuando el que aquí suscribe hace una defensa a ultranza de esta señora tan mona, la gran mayoría de gallifantes que pululan por el sur me llama agente popular. Olvidan que siempre he dejado constancia que aquellos que votan al PP o al PSOE viven en una especie de dimensión paralela que les impide ver la realidad. Y con eso, está dicho todo.

Si me dedico a escribir para diferenciarme de la gente ordinaria, en el voto hago lo propio para separarme de aquellos que votan a los partidos corruptos. No obstante, mirar para otro lado y permitir que los socialistas andaluces no sigan robando por los siglos de los siglos, es algo que sólo admite una posición; o estás contra los corruptos, o eres uno de ellos. La prensa andaluza que vive de las subvenciones no puede dejar de posicionarse en contra de la Juez. Pensemos que Málaga Hoy apenas llega a los 3000 ejemplares vendidos a diario y La Opinión no pasa de los 6000. Les va la vida en ello.

Por otra parte, la minoría que entra en las páginas digitales de esos cochambrosos diarios, lo hace para leer noticias de fútbol o de semana santa. Lejos de esos temas, el personal se aleja de la endogamia de una casta periodística que pasa el tiempo dándose palmaditas en la espalda. Vaya que sus columnas sobre la corrupción les interesa lo mismo que a Falete la física cuántica.

El periodismo que ejercen los primates locales es rematadamente patético. Y es fiel reflejo de una sociedad desnortada con la realidad circundante. En conclusión;  si en Francia la política está tan mal que tienen que elegir a españoles como Manuel Valls y la señora Hidalgo, en la República Bananera de Andalucía deberíamos optar por colocar a los monos corronchos en el parlamento. No son menos inteligentes que sus señorías e, indefectiblemente, roban mucho menos.


Sergio Calle Llorens

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