Así que no me extrañó cuando el Ministro Gallardón dijo que la marca
Andalucía es el paro, sus múltiples fracasos y la corrupción generalizada, los
socialistas y sus acólitos se envolvieran en la bandera para criticar al señor
del PP que, como saben, tiene poca defensa. Puede que haya algún despistado que
no sepa que Andalucía es el culo del mundo, pero lo intolerable es que encima
Susanita Díaz, sabiendo lo que sabe, llamó para pedirle explicaciones. Ella, que ha estado presente en
todos los consejos de gobierno que han llevado a Andalucía a las mayores cotas
de paro, pidiendo argumentos por haber señalado a la República Bananera
como paradigma del fracaso. La llamada me recuerda a esa mujer que descubre al
marido con su mejor amiga en el lecho y les pregunta; ¿pero qué hacéis ahí? Y el
esposo declara agarrado a las caderas de la hembra “aquí follandillo”. Si es obvio, pedazo de estúpida..
Da igual que se diga o no, porque lo fundamental es que
Andalucía es un fracaso absoluto y la responsabilidad recae en aquellos que
llevan más de tres décadas en el gobierno. Como no podía ser de otra manera, su
tiempo pasó y las excusas, sencillamente, sobran. Ante la pocilga en la que han
convertido Andalucía no hay otra solución que pedirles explicaciones y
señalarles con el dedo.
La llamada de Susana coincide con aquel señor que se tira
todo el día fumando en la oficina y, cuando un colega, harto de tragar
humo, protesta, el tipejo reacciona llamándole fascista; ¡qué
desfachatez molestarlo a él! Pero en verdad, no hay nada reaccionario en
plantar cara a estos irresponsables. No hay otro camino más que la rebeldía y no dar tregua a esos andaluces que no han
leído nunca a Unamuno porque, según cuentan, no van a casarse con él.
¡Será por teléfonos!
Sergio Calle Llorens
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