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miércoles, 19 de febrero de 2014

FLORENTINO EN MÁLAGA

La policía Nacional en Málaga no tiene ni para guantes anticortes  y son, en muchos casos, los propios agentes los que tienen que pagarlos de su bolsillo para evitar posibles contagios cuando cachean a los detenidos. Los guantes son, fíjense, o muy grandes o muy pequeños. Hablando de guantes, Florentino Pérez usa unos muy especiales para que algunos mal llamados periodistas sigan vendiéndonos la moto de lo del  mejor club del mundo. Y eso que sólo tiene dos secciones. En realidad, se puede afirmar que  es el segundo club de España tras el F. C Barcelona y, ahora también es el segundo de Madrid detrás del Atlético, si nos atenemos a los resultados deportivos del último lustro.

El pasado 8 de febrero coincidieron los agentes de Málaga con Don Florentino Pérez, cuando éstos fueron destinados a garantizar su seguridad con motivo de la final de baloncesto de Copa. En concreto fueron asignados dos vehículos Z. Los policías disfrutaron del partido, mientras en los calabozos de la Comisaría Provincial quedaron tres compañeros para vigilar a todos los arrestados; salían a diez detenidos por cabeza, asunto que ha denunciado la Unión Federal de Policía (UFP). Aquella barrabasada supuso que no se pudieran cubrir el puesto de vigilancia de las cámaras de seguridad de exteriores. Como no estaban los 8 agentes y dos oficiales pertinentes para llevar a buen puerto las tareas de vigilancia;  todo quedó en un despropósito total. Cosas del nacional-madridismo que suele acontecer cuando gobiernan los señores del PP.

A la mañana siguiente se volvieron a destinar el mismo número de agentes y dos vehículos Z para garantizar, otra vez, la seguridad de Don Florentino y de los dos equipos participantes en la gran final. Y es que, como todo el mundo sabe, aquella mañana en Málaga había millones de personas apostadas con piedras, palos y rifles de asalto para macizar a las dos expediciones. El resultado práctico fue que en la Comisaría Provincial  esperaron a que sus compañeros volvieran con los presentes y firmas de los jugadores escoltados para hacer el trabajo habitual.

Escoltar al equipo que presume de ser el más rico del planeta, aunque gane tan pocos títulos, y encima con nuestros impuestos, debería ser considerada como un insulto a la ética más simple. Y es que a los del Madrid no les basta con financiar fichajes caros con créditos de Bankia- un banco rescatado con dinero público- también hemos de correr con los gastos de su seguridad en un deporte como el baloncesto hecho por, y para gente inteligente, en el que la violencia está descartada de antemano.


En el deporte, como en la política, todo es una amalgama de intereses compartidos donde se vive de aquello de mentira bien inventada vale mucho y no cuesta nada. Que el premio que se concede al mejor árbitro de España lleve el nombre de un difunto árbitro que se dejó comprar en partidos internacionales, lo dice todo. Y qué decir de la política donde, por ejemplo, en Andalucía se hace una ley de transparencia que no afectará a la contabilidad de los partidos políticos. De extenderla a ese ámbito, algunos pasarían de la rueda de prensa a la de reconocimiento. Y es que nosotros no tenemos ni camas en hospitales, ni policías suficientes, ni guantes y, otros, sencillamente no tienen vergüenza alguna.

Sergio Calle Llorens

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