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jueves, 12 de diciembre de 2013

EL DISCURSO DE ANGUITA

En una reciente entrevista en televisión Julio Anguita hacía suyas las palabras de un gran economista para afirmar que el capitalismo moriría de éxito. Y tal vez tenga razón. Sin embargo, habría que recordarle que en todos los países que han sufrido la experiencia comunista sólo se puede hablar de fracaso consumado. Un comunismo que ha causado la muerte de 100 millones de almas en todo el planeta y que, empero, sigue intentando darnos lecciones de economía de mercado y de derechos civiles.

Al mismo tiempo es un chiste de mal gusto que Raúl Castro mencione la palabra libertad y derechos civiles en el funeral de Mandela. Especialmente porque a esas mismas horas se producían más de cien detenciones de las Damas de Blanco cubanas. Mujeres que para la izquierda española no dejan de ser un grupo de zorras imperialistas.

El problema de los comunistas, como de cualquier ideología dictatorial, es que nunca reconocen un error. En toda la historia, no encontraremos ni un sólo caso en el que sus dirigentes asuman un fallo propio. Cuando hay falta de libertad en una sociedad sus dirigentes realizan una declaración falsa, a sabiendas de que la es, y se mantienen en sus trece y siempre negarán la verdad. Desde Stalin, pasando por Pol Pot, Pinochet o Castro, todo responde a una misma forma de actuar totalitaria.

Anguita al que da gusto escuchar hablar, se le notan demasiado este tipo de cristalizaciones ideológicas que le impiden asumir que el comunismo es un bello sueño que siempre acaba en pesadilla. También afirmó que si llegara al gobierno, haría cumplir la constitución. En verdad, nadie podría creerse que su propia formación política le permitiera intervenir a las comunidades autónomas que no cumplan el déficit o, incluso, suspender a aquellas que toman decisiones contra el interés general. Por no hablar de aquel precepto constitucional en el que se establece que las fuerzas armadas están para defender la unidad nacional. Así que debería dejar los cuentos de hadas para otra ocasión.

También dijo que estaba muy orgulloso de Cayo Lara del que afirmaba, se preparaba mucho las intervenciones. Toma, y Celia Villalobos, y ahí están los resultados. Yo mismo, me preparaba a conciencia los exámenes de dibujo técnico para luego escuchar al profesor decir: “aquí tenéis la prueba de vuestro compañero, pues bien, así es como no se hace”. Una cosa es la voluntad y otra la habilidad de cada cual, porque no todo el mundo puede pintar todos los días la Capilla Sixtina. Se trata de talento, y de eso, Cayo Lara, desgraciadamente, carece por completo.

Fuera de los palmeros de la Sexta que obvian los casos de corrupción del sur de España y, cuando lo hacen es para pasar por encima, existe una realidad tangible y meridiana. El comunismo no supone la solución a los males económicos que sufre el mundo. Yo diría que los multiplicaría por mil. Por consiguiente, las afirmaciones de Anguita recuerdan a aquella joven que muy seria le decía a su madre: - mamá me he pasado al sexo anal. – niña ¿y eso?- pues que me ha dado por ahí. Pues eso, que el comunismo es como el sexo anal que causa un dolor espantoso al que lo recibe.

¡No permitan que les den por ahí!

Sergio Calle Llorens

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