En sombras de una duda, Hitchcock hace una de
sus advertencias morales a las que tan
aficionado se muestra en sus películas. Una vez más, está previniendo a
los inocentes de lo peligroso que es asomarse al exterior sin un ojo crítico.
También, avisa sobre lo engañosas que pueden ser las apariencias y como un
traje bien cortado, una actitud elegante y una forma de hablar educada y
refinada, pueden llevar a sacar conclusiones sumamente equivocadas y hasta
peligrosas.
El tío Charlie, que exteriormente aparenta ser
todo lo que piensa su querida y guapa sobrina, es en realidad un asesino en
serie que mata a viudas. A lo largo de la cinta, Joseph Cotten interpreta a un
personaje cuya megalomanía y feroz individualismo capta la atención del sexo
femenino. Poco a poco, va manifestando el profundo desprecio que siente por la
sociedad. Una forma, como otra cualquiera, de justificar sus crímenes. Su
sobrina que, curiosamente también se llama Charlie, vive en Santa Rosa-
California- en donde el fugitivo se refugia del brazo largo de la ley. Charlie considera
la visita de su admirado tío como un revulsivo en su vida; “dormimos, comemos y
nada más”, dirá Charlie Newton interpretado por mi admiradísima Muriel Teresa
Wright, natural de New York. La actriz borda el papel de la inteligente,
activa, fantasiosa e inquieta señorita cuyo valor y sentido común es
ciertamente destacable a lo largo de la cinta..
Hay una escena en la que se ve a parejas
bailando y se oye “La Viuda Alegre ”,
luego la madre canturrea a su vez las primeras notas, después todos los
presentes tratan de recordar el título alrededor de la mesa. Josep Cotten
molesto dice; “es el Danubio Azul”, ah no, es La Viuda.. .,” y entonces
Cotten derriba su copa para desviar la atención. No quiere que digan “Es la Viuda Alegre ” porque estarían
muy cerca de la verdad.
El dilema Charlie/Theresa es grande una vez
las sospechas se van confirmando. Su principal objetivo es que su tío se
marche, continuando su vida lejos de ellos, si debe ser detenido que no sea en
Santa Rosa. Para ello tiene que fingir, ante su novio policía, que confía en el
hermano de su madre y no contarle todo lo que sabe. El juego de manipulación,
suspense e intriga entre el gato y el ratón elevan la película a la categoría
de obra maestra. El tío Charlie
intentará matar a su sobrina que es la única que sabe la verdad.
La película es rara ya que el personaje
principal, al igual que ocurre en Psicosis, es el malo y el público simpatiza
con él, probablemente porque no va en la forma fría y cruel en la que asesina a
las viudas para quedarse su dinero. Lo más curioso es que es el trabajo de
Hitchcock que más habla de su personalidad. Donald Spotto lo describe así:
“Estaba viviendo con unos demonios interiores
de lujuria y posesión, de oscuras y románticas fantasías acerca de asesinatos y
de no realizados sueños sexuales. Podía ser rudo, cruel y tiránico con sus
actores y veleidoso e impredecible con sus colegas. Como el tío Charlie
codiciaba su buena vida y, por encima de todo la respetabilidad de un buen nombre,
esperando establecerse en California”.
También es interesante conocer que el retrato
que se hace del tío Charlie en la película su propia hermana, hace referencia a
la infancia del mismísimo Hitchcock. El papel de su hermana interpretado en el
film por Patricia Collinge , se llama igual que la madre del director inglés,
Emma, fallecida antes de empezar “La
Sombra de una Duda”. Sin embargo, es el personaje del tío
Charlie donde vemos esa dualidad de Jekyll y Hide que había en el interior del
genio del suspense. En un momento dado, hace decir a Joseph Cotten:
“Sigo recordando esas viejas cosas, todas las
viejas cosas. Todos eran dulces y cariñosos entonces en todo el mundo. Era un
mundo maravilloso. No como el mundo de hoy. No como el mundo de ahora. Era
grande ser joven entonces”.
Un sentimiento de nostalgia sobre el pasado y
de desprecio acerca del presente que sentía Hitchcock. Su identificación con el
vecino Herb Hawkins que cuida a su madre enferma y exigente que condiciona su
vida, ideando un asesinato imaginario, un crimen perfecto que nunca será
descubierto. El padre de la familia Newton, Joseph, que tiene también rasgos de
la personalidad de Hitchcock, se niega a conducir el coche familiar y siempre
está gruñendo por el hecho de que un extraño esté viviendo en su casa.
Recientemente volví a sumergirme en los
secretos de Hitchcock a través de “La
Sombra de la
Duda ” y supe que, el pasado no fue nunca mejor que el
presente, simplemente un tiempo en el que se hacía un mejor cine. La recomiendo
ver encarecidamente y, si puede ser en versión original, mucho mejor.
Sergio Calle Llorens
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