No ser andaluz es una actitud ante la vida.
Una respuesta a la chabacanería sureña. Una forma de andar por el mundo. No ser
andaluz significa escuchar con atención y reflexionar en silencio. Levantarse
para ceder asientos en el autobús. No molestar más de lo necesario. No gritar
cuando se cena en un restaurante. No ser andaluz es un porte elegante alejado
de las falta de educación de la masa atocinada.
No ser andaluz es no traicionar jamás la
palabra dada. No mentir, no jurar en vano. Cumplir lo pactado. Acudir puntual a
las citas por respeto al prójimo. No tirar jamás un papel al suelo.
No ser andaluz significa no rendirse jamás.
Trabajar sin descanso abandonando las excusas como justificación a las taras
propias. Oponer esfuerzo propio contra la dejadez andaluza. Huir de los odios
de Caín. Abrazar la práctica judía de hacer negocios y alejarse de la inútil
morería.
No ser andaluz es levantarse cada mañana y
preguntarnos por aquellas cosas que debemos mejorar. Saber encajar los golpes.
Tener el cuerpo molido pero seguir peleando hasta la última gota de sangre.
No ser andaluz es apretar los dientes y al mal
tiempo buena cara. Gritar al mundo que nadie nos va a mandar a cenar con
Jesucristo sin una buena pelea. Elegir el cuando y el donde antes de que algún
cretino lo haga por nosotros.
No ser andaluz es acunarse en la lectura y
respirar la sabiduría de las generaciones precedentes. No ser andaluz es dejar
de mirarse al ombligo. En definitiva, no ser andaluz es la única manera para
salir de la crisis moral que azota a la región más pobre de España.
No ser andaluz es sumergirse en las páginas de
un libro y, sobre todo, entenderlo. No ser andaluz es un ejercicio de ascética,
entendida como una depuración del espíritu. Comprender que la abstracción de
las leyes de las rectas y los ángulos es la expresión de una verdad superior.
No ser andaluz es aceptar la derrota para
curar las heridas y prepararse para la próxima batalla. No ser andaluz es la
práctica de la meditación. La fuga de las conversaciones vacías. Mantener la
distancia con los dictadores de la mediocridad y los loros que repiten
reflexiones de otros.
No ser andaluz significa saber estar aunque no
estemos todos preparados para la batalla. No ser andaluz es presentarse
voluntario para llevar el estandarte de los osados, porque en el fondo sabemos
que Dios bendice siempre a los valientes.
Cuando usted nos vea pasar por la calle, se
sorprenderá por nuestra arrogancia al sabernos superiores a la mayoría. Si
decide acercarse, hágalo con cuidado pues no toleramos la mala educación y las
formas de Rinconete y Cortadillo. Una vez a nuestra altura, trátenos con el vos
o el usted por delante y, siempre hablando bajito. No vaya a provocar a la
bestia que llevamos dentro. Recuerde que los soldados no andaluces estamos
hechos al choque de aceros y, es en las distancias cortas donde nos crecemos.
Pero si insiste, ¡qué Dios le proteja!
Sergio Calle Llorens
Pues yo soy malagueño, andaluz, español, mediterráneo y europeo... y parece que -según el sentir general, las encuestas y los estudios sociológicos- la mayoría de los malagueños padecemos el mismo defecto. Siento los perjuicios causados al resto de españoles.
ResponderEliminarPues yo no me he sentido andaluz pero eso no tiene nada que ver. Eso sí, los andaluces deberían hacer un examen de conciencia sobre sus actitudes y el perjuicio que ocasionan al resto de españoles, pero especialmente a ellos mismos. Y las encuestas, te lo digo por experiencia, son fácilmente manipulables. Málaga hizo un mal negocio uniéndose a la República bananera de Andalucia.
EliminarTú lo que eres un tipo que apoya a la junta criminal. Habla por ti payaso.
Eliminar"Anónimo 18 de octubre de 2013 10:05", con permiso del autor del blog, tú eres un mierda, como la Junta, dos mierdas. Y ahora sobre lo andaluz, no me baso en encuestas. Es un sentir general, una identidad cultural (que no nacional): http://digital.csic.es/bitstream/10261/37003/1/IdentidadAndaluc%C3%ADa.pdf Respeto tu sentir, pero no creo que sea de recibo atacar a los andaluces en general como categoría.
EliminarLos andaluces son culpables de ser el hazmerreír de toda España. No tengo nada más que decir.
EliminarPor alusiones; por mucho que te empeñes cada vez somos más los que no nos sentimos andaluces y eso de unos mismos valores queda muy bien en las encuestas precipitadas de tu junta. Lo importante no es lo que nos sintamos, sino que Málaga hizo un pésimo negocio al unirse a esa Andalucia. El futuro está en el mediterraneo y alli hay que mirar y no a Sevilla.
Eliminar¡Viva Málaga libre!
Ser andaluz es una desgracia y yo me siento malagueño y repudio a la asquerosa Andalucía.
EliminarTe felicito una vez más, porque has descrito magníficamente todo aquello por lo que siendo andaluz/a es mi actitud ante la vida, no traicionando jamás la palabra de caballero o dama dada en la intimidad de un teclado.
ResponderEliminarNO SER ANDALUZ/A. Tienes razón es no rendirse jamás. No mentir ni difamar gratuitamente, saber encajar los golpes y críticas por muy duras que sean.
NO SER ANDALUZ/A es: Recordarle al mundo entero que no toleramos la mala educación, porque ciertamente pueden provocar a la bestia “Serpiente” que llevamos dentro, ya que como bien dices, en las distancias cortas nos crecemos aunque no superemos el 1,55.
Sé que lo que escribes lo eres, pero un momento de andalucismo lo tenemos cualquiera
Saludos
Articulos como este es lo que necesita Andalucia porque se cuentan las verdades del barquero. Tb me gustan tus trabajos sobre Rock and Roll. Lástima que ya no escribas en aquella revista sobre música donde te leí por primera vez.
ResponderEliminarRockera-motera
Ha llovido mucho desde entonces amiga mía. Eran tiempos creativos con cientos de tribus urbanas junto al Mediterráneo esperando a que cayera la noche y bebernos la vida por los rincones de la ciudad. Había ganas de todo y como lo echamos de menos. Besos
EliminarEs lo más duro que he leído sobre Andalucia en toda mi vida. Brutal y contundente. Yo tampoco me siento andaluza y estoy más que harta de esa actitud ante el trabajo que hay aquí. Hemos de liberarnos de Andalucia.
ResponderEliminarSaludos de Lydía Alcantara
Gracias Lydia. Sólo era un desahogo tras salir rebotado de una ola rizada del Mediterráneo. Besitos
EliminarLos andaluces tenemos a Canal Sur que proyecta con dinero de todos la peor imagen de nosostros mismos y luego nos quejamos de que haya gente que escriba mal de Andalucia. La culpa es nuestra. Seriedad y compromiso.
ResponderEliminarHay que tenerlos muy buen puestos para escribir cosas como está después de soportar amenazas, acosos e insultos a diario. Eres un hombre valiente. Besos
ResponderEliminarRaquel.
Te mando toda mi solidaridad. Que alguien esté usando Twitter para anunciar tu muerte es una broma de muy pésimo gusto. A veces no entiendo que aguantes tanta mecha por parte de tanto tarado, acosadora y ultras de todo tipo. Besos
ResponderEliminarMayte
Son cosas que pasan y ya estoy curado de espantoS. Un beso y mil gracias.
EliminarUn fuerte abrazo amigo mío porque sé que es durísimo ver tu nombre en una esquela. Denuncia que vaya racha que llevas con tanto acoso. Te queremos. Mariluz
ResponderEliminarGracias Mariluz pero no te preocupes que todo se arreglará. Besitos.
EliminarAmigo, si eso es cierto, y tienes las pruebas documentadas de que han puesto tu esquela en Twitter, es muy fácil de demostrar vete a la policía a delitos informáticos y ya verás como en menos de 24 horas esas personas estan con un problema legal muy grave.
ResponderEliminarSaludos y siento que te ocurran estas cosas tan desagradables.
Le presenté a la Policía Nacional amenazas de muerte a mi persona. No me hicieron ni puñetero caso. En España, si no eres parte de la casta, no eres nadie. Eso sí, tuve que declarar por, agárrate, una poesía satírica dedicada a una socialista. Tuve más apoyo del extranjero que de mi propio policia. Vivimos en una gran mentira y podrán seguir mintiendo sobre mI o, amenazandome de muerte. Hace tiempo que tiré la toalla. Saludos.
EliminarEstupendo artículo el que escribistes el domingo 25 de marzo de 2012.
ResponderEliminarOpto por la soledad. De cualquier forma, quienquiera que sea descubrirá que mañana yo también seré un recuerdo que se difumina en las sombras.
Así es como me siento yo, pero jamás optaré por la parca, espero que venga lo más tarde posible tanto para tí como para mí. ¡¡Amemos la vida, pues luego nos llegará toda una eternidad indeseable.
Amemos la vida. Saludos y me alegra que te haya gustado.
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