Sé por experiencia que da igual la cantidad de veces que
demuestres que Cataluña nunca ha sido un reino independiente, por no hablar de
la parida de los Conde- Reyes catalanes, pues, sencillamente, la educación
catalana que tan alegremente cedieron los socialistas a las taifas, ha dado
como resultado una nueva generación de jóvenes que han bebido en las fuentes
del nacionalismo inventado. El joven catalán medio está convencido de que Cataluña
perdió su independencia en la guerra de sucesión que ellos llaman de secesión.
Al margen de discusiones históricas, si los catalanes hubieran querido ser
independientes, ya lo serían. Sin embargo, viven del negocio de la
independencia pero no la quieren realmente. Como decía Plá, “el catalán es un
ser que ha pasado toda la vida siendo español, y ahora, le han dicho que tiene
que ser otra cosa”. Al margen del tiempo que les resta para otras cosas
importantes, la cosa conduce a la paranoia. El genio de Palafrugell también
afirmaba que “el catalanismo no se puede desvincular de España. Cataluña
fabrica muchos calzoncillos pero no tiene tantos culos.”
El catalanismo me
produce, en cualquier caso, una sensación de barullo desagradable que
parafraseando al maestro, sería como de llegar a la cama y encontrar que no
está hecha. Sin embargo, la mejor forma de luchar contra esa corriente
ideológica es a través de la recuperación de las competencias educativas. El
resto sólo son rebuznos a destiempo como aquel que acaba de pronunciar un tipo
de la marca España que ha insultado a los catalanes. Insulto que me hace
recordar aquel dicho de; Els diners y els colllons per a les ocasions.
El problema de Cataluña radica en el hecho de que el
nacionalismo es un negocio que ha permitido a sus virreyes nacionalistas
hacerse de oro, tal y como ha ocurrido con los socialistas en Andalucía. Ya no
hace falta que lleven pintada la
Gioconda en la calva para
llamar la atención y que la gente
se de cuenta de que el PSUC, CIU y, todos los demás, roban con la excusa de
llevar a Cataluña a la independencia. Su universidad indígena y su justicia
están hechas a imagen y semejanza de mentes trasnochadas. Alejadas de una
auténtica actitud científica, se encierran en el dogmatismo o se envuelven en
la señera. En cualquier caso, lo de Cataluña se arregla con educación y con
contantes amenazas económicas para que al final las tropas secesionistas canten
aquello de;
-
Si avui no ens paguem
-
I demá tampoc
-
Quan vingui la columna
-
No li farem foc.
Sergio Calle Llorens
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