Tras 34 largos años de socialismo, puedo concluir que los
socialistas pertenecen a una estirpe vieja de vampiros, de ahí su rapidez a la
hora de robar al prójimo. Han hurtado tanto que ya no queda nada que mangar.
Ahora con las ayudas de la UE
menguando, ya sólo les queda mendigar o seguir exprimiendo al pueblo que lo ha
permitido.
En el resto de España, las cosas no son mucho mejores. Con
un presidente medio autista que es incapaz de poner fin a la sangría catalana de
la independencia. Ni siquiera levanta la voz para no molestar a sus barones
regionales que señorean la bandera de la gaviota por sus tierras feudales.
17 estados nacidos del café para todos que, como sabemos, ha
desembocado en copa, puro y puta a costa del contribuyente. Expolios de los descendientes
de Petronila que se llevan la pasta a ese pequeño país de los pirineos;
Andorra. Baleares esquilmado. Valencia
arrasada. Andalucía desposeída.
Lo llevo avisando un lustro. La España de las autonomías ha
fracasado y, además, era inviable. Recortarán pensiones. Subirán el IVA.
Desmantelarán todo y muchos, desgraciadamente, seguirán pensando que todo se
arregla con un cambio de gobierno. En la izquierda radical, apuestan por abrir
un proceso constituyente que nos lleve a un régimen similar al cubano. La ultraderecha,
por su parte, aboga por resucitar a
Franco. Yo, como liberal, sólo aspiro a recuperar ese sueño liberal en el que todos
los españoles seamos iguales ante la ley de una bendita vez. Mientras tanto, apenas
me queda añadir que estoy a favor de los recortes. Es la única manera de que la
gente entienda que hay que poner fin a esta sangría.
Basta de echar balones fuera. La culpa es de la casta política
y de los que les mantiene. No me hicieron caso entonces y, no lo harán ahora. Estamos,
después de todo, en un país que cuando alguien
ha salido tarambana, le basta y le sobra con llamarse a sí mismo federalista para
que lo tomen por lo que no es.
Decía Paul Ambroise Valery que lo que ha sido creído por todos
y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso. La España autonómica ha sido un
completo engaño pero ustedes, por supuesto, seguirán pensando lo contrario. Pues
bien, saquen la cartera y paguen. Cuando ya no tengan, no me miren porque yo, muy
probablemente, no les vaya a ayudar.
Sergio Calle Llorens