Seré breve como los plenos del bipartito andaluz sobre el
asunto del paro. El anuncio de la
Consejera de Fomento, Elena Cortés, de construir el último
tramo del metro de Málaga en superficie a pesar de las negativas de gran parte
de la ciudadanía malagueña, es sencillamente la obcecación palmaria de IU. Una
agrupación formada por individuos que
huyen del ruido del presente que los aturde, para recrearse en ecos y retintines
de sonidos muertos. Campanillas de tranvías de la Europa del este cuando había
escasos coches en “los paraísos
totalitarios” del proletariado. Además de la cabezonería, se nos ponen chulos
diciendo que el gobierno de la República
Bananera de Andalucía está decidido a licitar las obras en
mayo, con el objetivo de comenzar las obras en noviembre, con o sin autorización
municipal. Si el ayuntamiento de la
Capital de la
Costa del Sol se niega, le obligarán a asumir el sobrecoste
de explotación, unos 50 millones de euros. Un chantaje que no puede quedar sin
respuesta por parte local.
Los argumentos de la ínclita señora Cortés se asientan en que
al tratarse de una obra de interés autonómico, puede hacer lo que a ella le
salga del papo, sin tener que contar con el visto bueno del ayuntamiento. Alega
también que su compromiso es cumplir lo pactado. Y es que no se puede tener más
poca vergüenza, pues si realmente fuera por cumplir lo firmado, el metro a la Malagueta debería ir
soterrado. Además, cabe preguntarse cuándo, o en qué momento la repugnante Junta
de Andalucía ha cumplido con un acuerdo firmado; no lo hizo con la deuda histérica que mal pagó a Málaga con un edificio que sufre aluminosis, ni con el museo de los
cuentos, ni con el saneamiento integral de la Costa del Sol donde, por cierto, cobran a muchos
municipios costeros por un agua que no tratan. Tampoco cumplió el gobierno
regional cuando por boquita de la hija de farero con menos luces que un barco
pirata, anunció que los comerciantes de Callejones del Perchel no tenían nada que
temer con las obras del suburbano, llevando después a la ruina al 85% de todos ellos.
Si alguien votó a los de IU esperando el cambio, se han
quedado hasta sin calderilla. Aquí el único cambio podrá venir con la
separación absoluta de Málaga de esta autonomía en forma de sanguijuela. Cortés
y su gobierno pueden sonreír de momento tras su anuncio, pero desconocen que
para muchos, el nuevo intento de chantaje supone una declaración de guerra en
toda regla. Si esta señora pensaba que éramos prisioneros políticos como en la RDA e íbamos a responder a su
chantaje con un claro; “Alles klar Her Kommisar”, sencillamente, no
conoce a los malagueños.
Sergio Calle Llorens
Aceptamos la declaración de guerra de la repugnante Junta de Andalucía. Adelante, Elena Cortés, te esperamos en el campo de batalla. Prepárate. Numancia será una broma al lado de Málaga. Os va la marcha de las batallitas, pues estas, como todas las que habéis emprendido en vuestra comunista vida, la vais a perder.
ResponderEliminarSí, la guerra ha comenzado y que se prepare. Nos la vamos a comer más pronto que tarde.
EliminarESTO ES UN ABUSO
ResponderEliminarPodemos llamarlo abuso- tragala- afán de venganza- altanería- prepotencia, y muchas cosas mas, pero en resumen es un pasarse a los ciudadanos de Málaga por el arco del triunfo, es una humillación en toda regla, es el precio que los esbirros de la Junta (IU) van a hacer pagar a Málaga por no votarlos. También es la escusa de los SSS (señoritingos socialistas sevillanos) para no tener que compensar a la empresa adjudicataria del metro, y no tener que devolver el dinero de los fondos europeos para el proyecto, que nadie sabrá en que se lo han gastado, amen de tener en su mano la baza de haber construido el “metro de Málaga” o mas bien “la mierda de tranvía” porque “metro” no es.
Y así las cosas, hago un llamamiento al pueblo de Málaga, vamos a salir a la calle, a protestar por el abuso de poder, vamos a decirle a la Junta que no queremos su proyecto, vamos a mandar a la Junta a tomar por ...allí..., que se vayan a su “capital”, y dejen en paz a Málaga.
Para terminar, quiero hacer un llamamiento a los cargos electos del PP en nuestra provincia.
Señores del PP, si es que aun les corre por las venas, algo de Malagueñismo, promuevan una moción desde la Diputación Provincial, para separar la Provincia de Málaga, de la autonomía de Andalucia.
MALAGA LIBRE DE LA JUNTA YA
Jamás osará el PP de Málaga hacer tal cosa pero podríamos acabar con la autonomía andaluza que tanto daño nos está haciendo.
EliminarSaludos
A ver, a Sevilla nos la colaron con el metro (o el centímetro, mejor dicho).Casi la mitad del pequeñísimo trayecto, va por fuera. Vamos, que de metro, el nombre.Espero que no sea un mal endémico de Andalucía, el conformarse con todo.¡Qué de dinero perdido o vete a saber dónde está!Sevilla horadada entera, pero solo una línea en funcionamiento y todos calladitos...no quiero pensar que sea la idiosincarcia del andaluz, aunque decía Juan de Mairena:nadie puede ser lo contrario de lo que es.Un lío que me he hecho.
ResponderEliminarLo de Sevilla ha sido un esperpento de principio a fin con el tema del metro. Cuando sabían que no podían inaugurarlo, hicieron el tranvía más corto del mundo y le llamaron metrocentro. Y se quedaron descansando. La prensa aplaudiendo con las orejas. Luego había un informe del real cuerpo de bomberos de la ciudad hispalense en el que afirmaban que si en el metro sevillano hubiera un accidente, morirían todos.
EliminarLa cosa es simple; si uno quiere construir un metro en condiciones, no nombra a un biólogo para que lo dirija, como le pasó a Málaga hasta que lo echaron. Andalucía sufre un régimen corrupto y bananero. Digo yo.
Estimado Sergio, una vez más los amigos de la Stasi nos toman por subnormales, espero que esta bendita ciudad sepa responder a tan obscena provocación propinándoles una sonora patada en el culo a todos estos junteros que no entienden nada de lo que pasa fuera de la calle Sierpes. Fuerza y honor hermano.
ResponderEliminarLa Consejera es conocida en Córdoba por su manía a las procesiones de semana santa. En Málaga, de llevar el último tramo en superficie, tendríamos que desmontar las catenarias cada semana santa. Fuerza y honor hermano.
EliminarPuedo suscribir lo que dice sobre la Junta. Yo prefiero un Metro soterrado. Pero rechazo profúndamente la actual situación de La Alameda. Aunque no estoy de acuerdo del todo con esta propuesta, creo que es negociable: hacerla pero sin renunciar a un futuro soterramiento, y que incluyan el PTA. Ahora urge una reurbanización de la Alameda-Plaza de La Marona ya, ver cómo funciona, y valorar los resultados de acuerdo a actuaciones de mayor envergadura.
ResponderEliminarDesgraciadamente tienes razón; la situación de la Alameda principal funciona, en la actualidad, como una inmensa estación de autobuses al aire libre. Un lugar espectacular que afean los coches y los autobuses. ¡Qué hablen los técnicos! Sin embargo, no se puede ir con esa chulería y aires de hija de Stalin. Y menos en estas tierras.
EliminarSaludos