Lo que ha ocurrido en el Hospital Clínico Universitario
de Málaga parece sacado de una película de terror de serie B. Un paciente psicótico
que, según fuentes del hospital, dormía amarrado a su cama, consiguió
desprenderse de sus ataduras durante la noche y atacó con un objeto
contundente a su compañero de habitación. Luego, como el ángel de la guarda
del desdichado seguía de baja por los recortes del bipartito andaluz, le
arrancó los ojos. Ya puedo ver los titulares de los informativos de Telecinco:
Hannibal Lecter es malagueño.
Sin embargo, el
agresor es ecuatoriano y la víctima marroquí, aunque los verdaderos
responsables son andaluces, y bastante soplapollas. No hay que ser licenciado
en óptica para ver como la situación de los hospitales malagueños es
insostenible. Málaga que tiene el menor ratio de camas por habitante de toda
España, sufre el cierre de habitaciones y de quirófanos cada verano. El tiempo
en el que la provincia quintuplica su población. Lo saben los malagueños,
españoles o no, mientras la
Junta mira para otro lado. El espectáculo de la sanidad
andaluza nos lleva, en cada momento, a constatar nuestra propia destrucción
pero algunos no lo creen. No es que la naturaleza dañina del SAS se esconda
ante nuestros ojos, son los ojos de algunos los que se cierran a esta
naturaleza. Esta gente se empeña en hacerse el sueco. Como los sindicatos
horizontales del régimen. Únicamente, La Central Independiente
de Funcionarios (CSI-F) exige, tras conocer el incidente en el Universitario de
Málaga, una solución a la alarmante saturación de la unidad de salud mental del
centro. Este mismo sindicato ya denunció a la Fiscalía Provincial
el caso por un posible delito contra la seguridad en mayo de 2012.
Estamos ante el segundo incidente grave que ocurre en este
hospital. El pasado 25 de noviembre un bombero de 42 años murió tras arrojarse
por una ventana de este centro hospitalario. Había sido ingresado en el área de
observación que, como todo en Andalucía, ni observa ni hace su trabajo. Cuentan
que el señor, tras pasar una noche tranquila, abandonó la unidad de salud
mental, abrió una ventana de una sala cercana y se arrojó al vacío, muriendo
dos días después. Ni entonces, ni ahora, el gobierno andaluz hará nada que solucione la grave situación que vive la sanidad andaluza. Sanidad que se deteriora
cada día. Si Walter Occhs del Washington Post solía decir: “Lo quiero todo,
todo y todo, y desde todos los ángulos”. La Junta , en cambio, quiere jodernos a todos, todos, todos y desde todas las
posiciones. No hay orificio corporal que no utilice para jodernos.
La simplicidad psicológica de los socialistas malagueños es legendaria,
y no esperamos ni disculpas ni medidas correctoras. Harán de estatuas y, a lo
sumo, declararán lo que les digan desde Sevilla. Hacen tan bien su papel de
mover la boca sin decir nada, que si Maricarmen la de sus muñecos no los ha
fichado ya, es porque Doña Rogelia no acepta gentes de mal vivir como animal de
compañía. Los malagueños van a seguir muriendo de forma trágica y a nadie le importa un carajo. Huelga
decir que Hannibal Lecter va a quedarse a vivir permanentemente a esta orilla
del mediterráneo. Ha confesado a sus íntimos que nunca lo tuvo tan fácil.
Sergio Calle Llorens
Los enfermos mentales están abandonados a su suerte desde que los socialistas decretaron que tales enfermos no existían. Cerraron los centros psiquiátricos sin haber intentado la más mínima reforma o mejora. Desde entonces estos enfermos, que por supuesto siguen existiendo a pesar de estos mentecatos, están en cuatro sitios: en la calle, en las cárceles, en sus casas con sus familiares que no pueden con ellos o en Cáritas. En cualquier sitio menos con profesionales las 24 horas. Hablo de lo que he conocido porque he trabajado con estos enfermos.
ResponderEliminarPor supuesto que si eres socialista, o millonario, que es lo mismo, puedes ingresar a tus familiares en clínicas exclusivas de alto costo.
Sin embargo, la prensa amiga y el PSOE nos siguen vendiendo la moto de que los recortes empezaron con el cambio de gobierno en España Un disparate. Saludos
EliminarMi abuelo ha tardado 6 meses en conseguir cita con el neurólogo, después de varios episodios graves (parálisis facial, visión doble) con visitas a urgencias y pruebas que ningún especialista ha visto todavía en consulta. Puse una reclamación al Hospital Clínico y, después de 2 meses, me contestan que lo sienten pero que hacen todo lo posible. Ole ahí.
ResponderEliminarFíjate como es la cosa: Cuando alguien en Andalucía sufre una negligencia que acaba en muerte- se dan más casos de los que imaginamos- tienes que denunciar y, sorpresa sorpresa, defender tu caso ante un tribunal médico que controla la Junta de Andalucía. Tiene que ser algo muy obvio para poder ganar. Además debes de contar con un abogado bueno, pagado de tu bolsillo y, por supuesto, ponerte a rezar. Ah, el tribunal está en Sevilla y eso quieres decir que si eres de Jaén, Almería o Málaga, tienes que sufragar tus viajes.
EliminarA mi padre lo citaron a diálisis, un año después de su muerte. Te voy a reproducir el siguiente diálogo entre mi madre, fallecida, y la telefonista del SAS:
1- Telefonista: ¿El señor Calle?
2- Madre: ¿De parte de quién?
3- Telefonista: Somos del SAS, es para darle cita con la unidad de diálisis.
4- Madre: No puede ser.
5- Telefonista:¿No puede llamarlo?
6:Madre: Llamarlo puedo, pero no sé si me va a escuchar.
7: Telefonista: ¿Está sordo?
8: Madre: No, está muerto.
La telefonista trató de disculparse de miles de formas, pero mi madre, con toda su dignidad intacta que también había presenciado la muerte de mi padre, su marido y compañero por más de 30 años, porque una asquerosa ambulancia del SAS no llegó a tiempo, la mandó concretamente a la mierda.
Así funciona la república bananera de Andalucía.
¿Alguien conoce algún buen procurador en málaga para que me lleve un asunto legal?
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