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viernes, 21 de septiembre de 2012

¡LA ESPAÑA FEDERAL!


Éramos pocos y parió la abuela, y es que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha apostado por una España federal después de la reunión en Moncloa entre el presidente español y Artur Más, ese paleto provinciano que quiere convertir a Cataluña, tras lo de Lituania, Estonia y Letonia, en la nueva Paletonia. Una apuesta que, según el hijo del escolta de Franco, puede permitir “devolver la ilusión a los españoles”. Muchos nos habríamos conformado con que nos aclarara dos asuntos vitales respondiendo a estas preguntas; ¿Dónde está el dinero de los ERE? Y ¿Cual es la etimología de la palabra capullo? Porque hay que ser un entrañable cuadrúpedo solípedo para proponer un estado federal a estas alturas del negocio. Acabáramos. Lo cierto es que el cuento federal quiere decir que todas las partes deben respetar la autoridad central, algo que no hacen, a día de hoy, ni la Cataluña aldeana, ni la Andalucía subdesarrollada.

Lo que a mí me haría ilusión es ver a Camps o a Chaves entrando en prisión vestidos de lagarteranas. Además,lo de la España federal es una autentica chorrada, porque lo que realmente quiere la Cataluña nacionalista es hablarle al estado de igual a igual. Claro que Arturín Más o menos intenta, sabiendo que la independencia es imposible” crear “estructuras de estado” aunque no lo sean. A pesar de las subrepticias técnicas de adoctrinamiento al personal para que nos traguemos el rollo federal o el pacto fiscal, lo verdaderamente importante es que en el principado se cierran hospitales y escuelas. Algo de lo que también sabemos en la Andalucía que, aunque no es federal, si es bananera. Y no les digo la ilusión que me haría ver el uso práctico que los presidiarios le darían a las bananas, si tuviesen la ocasión, en el ano de los políticos mencionados en los párrafos precedentes. No se me escandalicen demasiado por lo que aquí les dejo escrito, que el único escándalo es tener a estos simios embutidos en trajes de Armani como dirigentes que, además de inútiles, no desgravan a hacienda.

La única respuesta a toda esta deriva nacionalista, es más España y, para ello, hay que devolver la competencia de la educación al estado. En caso contrario, se nos va a seguir cayendo el pelo, fulículo a fulículo. Entiendo que para aquellos que tienen el cerebro de un percebe no apoyarán jamás esta propuesta que, seguro, juzgarán como un ataque al estado autonómico. Pero no, se trata de mejorarlo. De establecer los límites a esa gente que un día sí, y otro también, nos hace chantaje del tipo:” Sabes que en Navidad la pasamos todos juntos, cómo es que te vas de viaje? Esta puede ser mi última fiesta contigo”. Pero ya no cuela, porque tú sabes que precisamente en navidad, el Cava lo ponen ellos y nosotros pagamos la factura. Algo que seguirá pasando por los siglos de los siglos. Así que el señor Griñán se puede ir a hacer gárgaras en compañía de su España federal. Y, de camino, que se lleve con él a Valderas, para que juntos, que no revueltos, evangelicen a los monos gibraltareños.

Sergio Calle Llorens




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