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martes, 4 de septiembre de 2012

FORREST GUMP Y GORDILLO


Sánchez Gordillo arribó a Málaga tratando de emular, sin conseguirlo, a Forrest Gump. Pensemos que el personaje de Winston Groom le dio por correr tras afirmar que la vida es una caja de bombones, pero el andaluz se los comió todos, de ahí lo de Gordillo. Dicen que le va el buen beber y el mejor yantar. De él se cuenta que fue sorprendido en plena mariscada y respondió lo siguiente; “Camaradas, este marisco estaba preparado cuando yo he llegado. Y me he dicho: Hay que evitar a toda costa que se la coma uno de derechas”. Se desconoce, eso sí, si el incidente con los animales invertebrados ocurrió antes o después de viajar a Venezuela, en primera clase, para ver al gorilón venezolano. De cualquier forma, Forrest Gump podría ser el tipo más tonto del planeta, pero era rápido de cojones. Sin embargo, Gordillo es lento, tanto de cabeza, como de piernas. Su única celeridad la hayamos a la hora de buscar modelos que sustituyan a la democracia liberal. Cuba, China y Venezuela son sus alternativas al oasis de libertad que es occidente. Dicho de otra manera, quiere hacer de Andalucía un país comunista y mandarnos a vivir al extranjero. De los asiáticos podríamos argumentar que hay 700 millones de chinos que no tienen ni luz, ni agua, pero sobre todo no tienen derechos. Y de los sudamericanos, que han tenido 19336 homicidios en 2001 y sufren una corrupción que supera, incluso, a la andaluza. De los cubanos, mejor ni hablar.

Decía Forrest que estupidez es lo que un estúpido hace, y no se me ocurre otra cosa para definir la marcha del sindicato del campo dirigida por el comandante Gordillo. Dan largas caminatas por los campos, pero no buscan a alguien llamado Charlie, sino a una señora que responde al nombre de fama, que es lo más para la gente que cree que se le hace de menos. Tal vez por ello, a veces les da por organizar asaltos a sucursales bancarias o a supermercados donde, mire usted que plan, se dedican a golpear a pobres cajeras. Gordillo que odia a todo lo que huela a empresario y a la razón, por este orden, acaba, como digo, de pasar por Málaga donde muchos de los suyos han sido detenidos. Su aventura podría resumirse con la leyenda; vine, vi e hice el ridículo. No ante sus ojos, ni a los de ese nuevo valor de la izquierda alterna, que no alternativa, pues alternan con todos los enemigos de la libertad, y que responde al nombre de Alberto Garzón. Incluso ha llegado a afirmar que la presencia policial era exagerada, porque para el diputado más joven de España, la única presencia policial aceptable es aquella que manda Fidel Castro a la oposición. Una vez más, se demuestra que los de IU no son como Forrest Gump, pues éste afirma que antes de seguir en la vida, hay que dejar el pasado atrás, y mucho me temo que es difícil para ellos, después de los cien millones de muertos causados por sus comunistas en todo el mundo.

Yo no sé si el bueno de Forrest sabía - Gordillo seguro que no- que la crisis del 29 nos trajo dos de las ideologías más dañinas en la historia de la humanidad; el comunismo y el fascismo, pero si no lo sabe, le recordaría aquella frase de Felipe González; “Prefiero morir apuñalado en el metro de Nueva York que vivir en la Unión Soviética”, o en Cuba, añadiría yo. En cualquier caso, lo de Gordillo y los suyos no deja de ser, como miles de personas se acostumbran a repetir,  un acto simbólico. Por eso, confío en que el alcalde de Marinaleda haya disfrutado de su estancia en tierras malagueñas y que nadie, de forma simbólica también, le haya echado cacahuetes para celebrar sus gracias de mono de feria. Yo, por si acaso, acabo de calzarme las deportivas y me uno en la carrera a mi amigo Forrest Gump.

Sergio Calle Llorens






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