EL ORÁCULO ANDALUZ

Ahora que comienza a dar señales de vida la invernada, recuerdo una vieja historia que quiero compartir con ustedes. Ocurrió en marzo de 1959. Entonces Tensin Giatzo, el Dalai Lama atravesaba la decisión más difícil de su vida. Debía optar entre el exilio y dejarse coger por los invasores chinos. Estaba cercado en Norbulingka. Entonces el joven buscó consejo en el oráculo de Nechung, el único asesor que nunca le había fallado en su vida. La pregunta que le formuló fue rotunda y simple: “¿Debo quedarme o debo irme? El monje que prestaba su voz al oráculo, Lobsang Jigme, escuchó la plegaria, entró en trance y gritó: “Vete, vete”. El oráculo no estaba inspirado por ningún Dios, sino por la CIA. El monje, sorpresas te da la vida, era un agente del servicio secreto estadounidense que seguía instrucciones de Allen Dulles, director de la CIA. El agente convenció a los monjes de que nadie tratara de convencer o recomendar al líder de los tibetanos la huida. Estaba convencido de que llegado el momento, consultaría al oráculo. En la mañana del 18 de marzo, los agentes de la Compañía enviaron un mensaje cifrado a Japón, desde donde fue rebotado a la sede central de la CIA. De allí, fue transmitido al propio Eisenhower: “La operación Huida está en marcha”.



Pues bien, a día de hoy yo también quiero mandarles un mensaje. Eso sí, no tiene la intención de engañar como hizo la CIA con el Dalai Lama en aquel lejano año del siglo pasado. Se trata en cambio de un heraldo que va a comenzar a derribar las fichas del dómino socialista en Andalucía. Lo hago porque a esta hora de la tarde, todavía no hay ningún medio andaluz que se haya hecho eco de la noticia. Parece como si los voceros del régimen estuvieran más interesados en darle al Duque de Palma palmas en el careto. Y es que a caraduras no les gana nadie. Lean y sonrían: Acaban de detener a un alto cargo de la Junta de Andalucía por fraude a las ayudas al empleo en Cádiz. Se trata de Antonio Perales, gerente del plan Bahía y hermano del ex consejero Alfonso Perales, y a la hija de éste, Ofelia. Señoras y señores, asistimos al acto final del hundimiento de la nave socialista. Ya ni el oráculo andaluz de Canal Sur y sus satélites que cobran de la publicidad institucional, podrán parar lo que se les viene encima.



Sergio Calle Llorens