Carod Rovira ha vuelto a demostrar que en cuestiones de geografía es tan docto como Belén Estebán. El político republicano, sin embargo, no sufre ninguna enfermedad mental extraña que le impida ver que Cataluña es parte de España. Como diría un amigo, la realidad es aquello que ocurre por la falta de alcohol, y en Cataluña lo que pasa por la ausencia de cerebros amueblados. Los mismos que escriben textos donde se enseña que las islas baleares, el Roselló, el Alguer y la comunidad valenciana son parte de un imperio catalán. De ahí que el tiempo en TV3 la palabra España sea sustituida por la de península, y los territorios aludidos sean parte de una entidad política llamada Paisos Catalans . Por eso a nadie debe asombrar cuando Carod acusa a los que les insultaban a las puertas del Parlament, de ser gente de otro país que no tiene ni idea de geografía. Como vemos, este señor confunde sus deseos con la realidad, igual que muchos otros españoles consideran el catalán un dialecto- sic- que hay que prohibir. Al fin y al cabo, estas tierras estuvieron siempre repletas de separadores y separatistas. Gentes que tienen como animal de compañía a la polilla de la ignorancia. Yo oponiéndome a todos ellos, me declaro amante de España y de ese trozo de tierra llamado Cataluña. Y expreso ese amor en la lengua de Cervantes o en la preciosa parla catalana.
Por todo ello, quiero contarles una anécdota ocurrida en Méjico en una extraña noche de verano, cuando la luna, oculta tras las nubes, cruzaba el cielo en cuarto menguante. Sería medianoche, cuando un empresario catalán arribó al aeropuerto de ciudad de Méjico. Allí un agente de aduanas le preguntó por su nacionalidad, a lo que éste respondió con un sonoro “nacionalidad catalana”. El educado mejicano, que no sabía poner en el mapa a Cataluña, le tomó el pasaporte y viendo que la nacionalidad no correspondía con lo que decía aquel documento, decidió llevarlo detenido a una sala anexa. Allí lo dejaron un par de horas, hasta terminar con las interminables colas de extranjeros que había en el aeródromo. Una vez, reunidos con el “extraño tipo”, éste dijo que el pasaporte era de España, pero que él era catalán. Así estuvo el hombre hasta que los “manitos” tomaron al tipo por la solapa de la chaqueta y le espetaron: “Mire señor, estos papeles están en regla, pero si usted continua declarando que tiene otra nacionalidad diferente a la del pasaporte, nos veremos obligados a detenerle. Así que le invito a dejar de tocarnos las pelotas, si quiere que les dejemos marchar. ¿Me sigue cuate? El empresario catalán asustado, tragó saliva y dijo:” De acuerdo, reconozco que soy español”. Los mejicanos que estaban locos por perder de vista al "hijo de la chingada", le dejaron marchar, no sin decirle que debía haber empezado por ahí para ahorrarse y ahorrar problemas. Nosotros, queridos amigos, también podríamos haber empezado por ahí, es decir, por no dejar la educación en manos de cenutrios dispuestos a manipular la historia y los mapas cuan Hitler cualquiera.
Sergio Calle Llorens
Buenas, Sergio... llego a tu blog siguiendo uno común...
ResponderEliminarHaces bien no entrando en el juego de los separatistas o los separadores.
Cataluña es la tierra del Somatern, del Requeté, del Bruc, la tierra de Jaime I, el General Prim, Josep Pla o Salvador Dalí... a cada cual más español, por no decír el Más español de todos.
El problema es la casta parasitaria política que tenemos... clase elitista que envenena las mentes de los necios con tonterías y mentiras, mientras ellos siguen merendándose el pastel... y los no-necios que se dejan envenenar es, simplemente, porque quieren un trocito... aunque sea minúsculo...
Una pena odiosa... pero aún aguantamos... y muchos, no creas. La mayoría silenciosa, dicen.
Piensa que, el otro día, 2.000 perroflautas cercaron el Parlament, y parecía aquello la salida de los USA de Saigón... imagina que harían ante 20.000 indignados españoles...
... ni las ratas correrían tanto.
Un saludo.
Ya en tiempos del Rey Martín el Humano (allá por el 1300- 1400) hubo una guerra civil en Cataluña para separarse de la Corona de Aragón. Como vemos es un problema endémico. Por entonces, qué excusa darían los catalanes para separarse del Reino de Aragón. Desde luego, lo desconozco. Lo que si puedo afirmar es que cuando yo estudié en primaria (EGB) durante el el mandato de Jordi Pujol, los libros de historia era manipulados hasta el punto de hacer creer a los pobres jovencitos que los reyes de la Corona de Aragón, eran propios y exclusivos de Cataluña. Pero ese pequeño incidente se omite. Claro que, manipular la historia tiene sus consecuencias, quedar por mentiroso. Ya que el argumento actual que usan los nacionalistas de la ocupación y explotación española de cataluña no vale, porque en la Edad Media pasó "mutatis mutandis" con la Corona de Aragón.
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