The Queen
is Dead, LP de la banda The Smiths, recoge la esencia de una época. Creo no errar al afirmar que el tercer disco de esta formación musical es una obra maestra. Un
canto a la belleza con sus letras rompedoras y sus cuidados acordes. Ocurrió en
1986, el año que un servidor entregaba su corazón a una misteriosa bella dama. En este
trabajo todas las piezas encajan. Mirando atrás en el tiempo puedo decir que fue
un soplo de aire fresco en la música británica, porque los miembros del grupo estaban
en el punto álgido de la creatividad, a pesar de ver la luz en medio de un
caos oscuro infinito.
Grabado en
varios estudios, con problemas de todo tipo. The Boy with a thorn in his
side fue el reproche a aquellos que no
creyeron en el futuro de la formación musical. Morrissey cantaba aquello de cómo pueden mirarme a
los ojos y no creerme. Versos que emparentan con el paraíso de los que
sufren. Mención aparte es la canción en la que decía sentirse como Juana de
Arco cuando las llamas lamían su cuerpo. Personalmente, me encanta there is a ligth that never goes go out que
dice lo siguiente:
And if a double-decker busCrashes into us
To die by your side
Is such a heavenly way to die
And if a ten ton truck
Kills the both of us
To die by your side
Well, the pleasure, the privilege is mine
Disco
realmente apabullante con versos foscos que representan a los perdedores. Morrissey
y compañía dan voz al Manchester triste y decadente. Johny Marr
contrapone al líder de la banda evitando sus excesos. Un guitarrista melódico
con querencias por lo folk. En definitiva, himnos profundos que suenan
diferentes a la música que hacían sus coetáneos. A veces, incluso, puedo
identificar una guitarra rockabily en este trabajo y una sonrisa acude a
mi rostro.
Baladas
maravillosas con un rock muy original que recoge el legado de Joy Division.
The Smith, por tanto, dio voz de nuevo a un norte que parecía haber
desaparecido de la faz de la tierra demostrando que la mejor defensa es un buen ataque.
Me pregunto dónde estarán los críticos de esta banda. Me interrogo en esta noche
circundado de belleza por qué el gran disco de la banda dio lugar a su separación.
Probablemente porque todos sus miembros dijeron todo lo que tenían que decir
juntos y, en un gesto de honestidad sin precedentes, decidieron poner punto
final a esta aventura musical. Por ello, The Smith sigue teniendo un lugar
privilegiado en la historia de la música.
Yo siempre les
agradeceré a la banda su alma indie, el haber recuperado el cuarteto y su amor
por la guitarra, pero sobre todo por ponerle luz a la madrugada en las que un servidor caminaba perdido en jardines oscuros repletos de ramas que se enredaban en un
corazón sangrante de desamor.
Sergio Calle
Llorens