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lunes, 11 de enero de 2021

¿SÍ O NO?

 



Los seguidores de Trump asaltando el Capitolio me recuerdan a los personajes de la matanza de Texas. En cambio, no estoy seguro de si Biden va a ser proclamado presidente de los Estados Unidos o, por el contrario, está a un paso de ser embalsamado.  Creo que Donald podría haber ganado la reelección de no haber sido por la pandemia que azota al mundo. Y es que, a pesar de todo, el país de las barras y estrellas había alcanzado la tasa más baja de desempleo en muchas décadas. Joe, cuyo nombre  nos indica claramente sus intenciones, será un gran presidente porque, estando gagá como está, será mucho más fácil manipularle. En cualquier caso, siempre me he manifestado en contra de rodear o asaltar parlamentos elegidos democráticamente. Y da igual que los que protestan contra unas elecciones democráticas sean los de Podemos, supremacistas blancos o socialistas andaluzas al ritmo de las insoportables sevillanas. A un servidor les parecen todos los mismos perros con distinto collar.

Hay personas a las que les parece bien prohibir que las azafatas de la Formula 1 luzcan palmito y, hasta aplauden al recordar  que estas bellezas hayan perdido sus trabajos. Pero a esta misma gente les parece maravilloso que Cristina Pedroche salga desnuda posando en la nieve para sus miles de seguidores en Instagram. A mí, ya lo saben los que me conocen, me encanta ver a mujeres ligeritas de ropa. Me es indiferente que sean señoritas de pechos nutricios junto a coches rapidísimos, o la chica de Vallecas con una zanahoria en el culo.  No seré yo quien critique la generosa exhibición del cuerpo femenino al que admiro tanto.

Los medios de comunicación se declaran contrarios al racismo. De hecho, cualquier ataque racista a manos de cualquier jubilado en el metro es mostrado en televisión hasta la saciedad. Empero, la mayoría de los que editan las noticias calla si el ataque viene de boca de un alto cargo socialista del Ayuntamiento de Sevilla; ¿Pero tú sabes quien soy yo, Machupichu? Personalmente ambas cosas me parecen igual de impresentables.

Estaría bien que usted, querido lector, decidiera de una vez si está a favor o en contra de las prácticas aquí aludidas. Es momento de tomar partido por la lilbertad. Es la hora ideal para alejar el hueso del sectarismo. No puede ser que su opinión oscile en función de la veleta ideológica.  Mañana es un buen día para abandonar el fanatismo y abrazar el liberalismo que, como no me canso de repetir, es aquella corriente ideológica que piensa que el contrario puede estar en lo cierto y uno ser el equivocado. 

Querido idiota, un escrache es un escrache y da igual a quien se le haga. No es tan difícil entenderlo. Haga un esfuerzo. ¿Estamos de acuerdo? ¿Sí o no? Decida.

¡Vayamos juntos a buscar la verdad o váyase concretamente a la mismísima mierda!

Sergio Calle Llorens


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