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domingo, 22 de febrero de 2015

GRACIAS VÍCTOR ROS


He disfrutado con la serie Víctor Ros tanto como un socialista andaluz robando de los presupuestos generales. Personaje nacido de la pluma del escritor murciano Jerónimo Tristante cuyas novelas me he bebido y, entre las que destaco el Misterio de la Casa Aranda. Así que de ninguna de las maneras, he podido dejar de ver las andanzas del genial policía en la fantástica serie que nos ha regalado RTVE. Da gusto ver los planos generales recreados del Madrid de finales del XIX muy lejos, insisto, de esas series que abusan de los planos generales para ambientar una ciudad española. Otro punto fuerte es la capacidad narrativa de sorprender al espectador. Cada capítulo encierra un caso que va paralelo a otros misterios perfectamente presentados en unos guiones extraordinarios. Noventa minutos de pura genialidad. Lo único que he echado en falta es una potente banda sonora que complemente e identifique a la serie. Por lo demás, he quedado muy holgado con el ctor Ros televisivo.

 Carles Francino lo borda en su personificación de nuestro héroe. El catalán parece haber nacido para interpretar al policía que trata de aplicar técnicas científicas desconocidas en la España de la época. También me han parecido extraordinarias las interpretaciones de Megan Montaner en su papel de prostituta. Nunca antes una actriz había hecho cumplir aquello de que una puta puede ser una gran señora Y es que la aragonesa dará que hablar con sus dotes interpretativas, su belleza española y su talento. También es muy recomendable la actuación de Esmeralda Moya en el papel de la enamorada del policía. Otra actriz con todas las letras cuya fuerza interpretativa inunda la pantalla. Nada que ver con esos actores de pacotilla, estilo Mario Casas,  incapaces de vocalizar y hacerse entendibles. Para la posteridad  quedan también las actuaciones de Tito Valverde como padrino y protector de Ros.

El primer licántropo clínico y asesino en serie, casas encantadas, duelos prohibidos, el movimiento anarquista,  la guerra de Cuba, la hipnosis, el espiritismo las primeras viudas negras y, todo envuelto en una atmósfera de misterio en la que la recién creado Brigada de Policía de Madrid deberá aplicar nuevas técnicas forenses para resolver los casos más difíciles.

En definitiva, Víctor Ros representa los deseos de muchos de arrojar luz en un mundo oscuro y maldito. Lo bueno es que lo logra aunque sea, ayer y hoy, una pequeña gota en el inmenso océano de estupidez general que siempre termina por envolverlo todo. Esa niebla que tan bien acompaña  los asesinatos de las prostitutas en la serie sigue, muy a nuestro pesar, ocultando la verdadera cara del mal. En cualquier caso, solo me queda elevar un agradecimiento a los responsables del producto por el regalo y desear que, tal vez, la ficción española haya por fin encontrado el camino del éxito.

Sergio Calle Llorens

2 comentarios:

  1. Como siempre, lo bueno se acaba muy pronto. Inadmisible que una televisión pública sustente la supresión de la serie pir cuestiones de share. La infumable velvet le hacía competencia...

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    1. Cierto. Lo bueno siempre dura poco y, por eso las suegras viven tanto. Saludos

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