La primera finalidad de un Estado es evitar que se devoren mutuamente los ciudadanos. Eso implica que sus defensores deben estar ojo avizor sobre cualquier tendencia que exista en la sociedad para que todo explote por los aires. En España, a pesar de la impresionante bajada del paro, existe un descontento general. Esa pesadumbre que ha atrapado a quienes lo han perdido todo. El sentimiento es perfectamente comprensible. Sin embargo, esa gasolina sentimental es prendida, un día sí y otro también, por cadenas como la Sexta y Cuatro. Televisiones que jamás muestran una imagen positiva del país. Desde sus informativos, como desde programas como al Rojo Vivo, el tono es siempre apocalíptico. Da igual que sea el ébola, los desahucios o la corrupción. Empero, todos esos problemas nacionales se transforman en culpas ajenas cuando lo malo acontece en territorios donde señorea su bandera ideológica. En Andalucía, por usar un caso sangrante, los turiferarios de estas dos cadenas culpan del naufragio sureño a las olas, y nunca a la torpe timonel que ha resultado ser Susana Díaz.
Entiendo
que el periodismo es un oficio duro conducente a la dispersión, muy marcado por
la cristalización ideológica, pero no es de recibo que haya televisiones que
estén funcionando con el único objetivo de derribar a un gobierno porque en La
Moncloa no se encuentran los suyos. Ciertamente produce vergüenza ajena
escuchar a Jesús Cintora que compite, un día sí y otro también, con García
Ferreras por el puesto de jefe de prensa de Pablo Iglesias. Si el descontento
es la gasolina y las televisiones de izquierda ponen las cerillas, el resultado
podría ser gravísimo. No obstante, la situación nacional, lejos de ser
apocalíptica, ha mejorado considerablemente en comparación con la España que
nos dejó el zote de Zapatero.
Cadenas
televisivas como las citadas deberían hacer un profundo ejercicio reflexivo
sobre el tipo de periodismo panfletario que realizan. No les pido que saquen en
sus informativos que las provincias-gobernadas casi en su totalidad por el
enemigo ideológico- de Madrid y Málaga son las que más empleo han creado según
los datos de la última EPA, pero al menos podrían comenzar a regalarnos, aunque
sea de vez en cuando, con algún informativo en el que el resto de los españoles
puedan comprender la cloaca andaluza lejos de esa imagen ideal y nacarada de la
taifa del sur que proyectan.
Si
lo mejor que tiene Cuatro es una monja que se parece al feo de los hermanos
Calatrava para criticar a todo bicho viviente olvidándose, y siempre, de la corrupción
de Convergençia I Unió, estamos ciertamente apañados. Si lo más destacado que
tiene la Sexta que aportarnos, son imágenes de soldados nazis desfilando con el
paso de la oca cada vez que se refiere a la Alemania de Merkel, llego a la
conclusión de que no tienen nada en absoluto que regalarle a la democracia.
Si
abríamos esta columna afirmando que la primera finalidad del Estado es evitar
que los ciudadanos se devoren mutuamente. El objetivo de la Sexta y de Cuatro es
encender la mecha para que Podemos reine
sin saber, pobre de ellos, que España terminará devorando a un periodismo tan
irresponsable que enmascara el peor de los regímenes bolivarianos.
Sergio
Calle Llorens
Realmente es lo peor de los regímenes del Castro-Chavismo, porque con el mandato de los primeros,, financiamiento de los segundos, apoyados en el narcoimperio, se instala un nuevo eje. Donde España está llamada a ser el trampolín a Europa.
ResponderEliminarDejemos a Simón Bolívar en paz, sus restos han de revolverse con el uso prostituido de su nombre.
Espero que todo se detenga, sino varios buscaremos "de nuevo" la salida.
Estoy convencido que entre todos, tú incluida, vamos a parar el golpe de Podemos en España. El apellido Bolívar en los labios de esa gentuza produce arcadas Un saludo
EliminarMuy peligroso lo que cuentas. Peligroso porque es verdad, básicamente. De un tiempo a esta parte, parece que hay que hacerle la campaña a Podemos cuando, a fin de cuentas, si éstos ganaran, lo primero que harían sería controlar las televisiones. Y no porque sean chavistas o castristas, sino por una razón sencilla: el totalitarismo se basa en el control de los medios de comunicación; y éstos, pese a que lo disfracen todo de buenas palabras, lo son. Mal futuro se nos presenta. Un abrazo, Sergio. Le dejo mi última entrada, por si le interesa:
ResponderEliminarhttp://www.ourgodsaredead.blogspot.com.es/2015/01/keep-faith-cambios-en-un-entorno-cada.html
Lo que no saben es que, tras la primera parte, Podemos tiene una clara hoja de ruta para convertirnos en una república bolivariana. Luchemos para que no me ocurra. Esta tarde le echo un ojo a tu blog. Un abrazo
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