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viernes, 31 de octubre de 2014

COHERENCE

Mientras toda España se disponía a ver el clásico- se llama así porque es un clásico que piten penaltys a favor del Madrid- un servidor entraba en el cine para ver la película Coherence. Yo era el único en la sala, así que todo adquirió un toque algo mágico. La cinta explora una realidad alternativa en las que hay personas idénticas a nosotros pero que se mueven por principios morales diferentes. Un asunto que explica muy bien la mecánica cuántica.

Una cena con amigos. Una historia extraña del pasado. Un cometa que pasa y que lo cambia todo. Una tensión creciente en la que los protagonistas lo bordan, especialmente Emily Foxter con esa mirada insegura y cercana. La película enlanza con la Ventana Indiscreta de Hitchcock por aquello de que sólo se rueda en un apartamento- en este caso es una casa- y unos exteriores. Lástima de la escasez de medios pero, en cualquier caso, el plato que le sale al director puede ser considerado de Delicatessen.

Esas múltiples realidades que explora el regidor. Ese perpetuo descolocamiento del espectador que no sabe ya si los personajes pertenecen a esta u otra realidad alternativa. Me encantó el momento en el que uno de los personajes dice "Brindemos por la vida que sí llevamos". Otro guiño que me hizo sonreír fue el comentario de la película Sliding doors en la que el director nos cuenta la vida de sus protagonistas y las cosas que les suceden si, por ejemplo, llegan antes a casa para descubrir a su novio con otra en la cama aunque al final el resultado termine siendo el mismo a pesar de todo.

James Ward Byrkit pone en boca de sus personajes aquella historia en Finlandia, en 1923, al paso de un cometa en el que los habitantes comenzaron a hacer cosas extrañas, incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era realmente su marido porque, sencillamente, lo había asesinado el día antes. Y ahí comienza un thriller psicológico que engancha de principio a fin. La película ganó el premio al Mejor Guión en el Festival de Sitges el año pasado. Un trabajo inteligente en el que las buenas interpretaciones compensan los escasos efectos visuales.

Les recomiendo encarecidamente que vayan a verla y, si es posible, que la vean como yo en versión original ya que, les aseguro, la broma sobre el gato de Schrödinger suena mucho más divertida en inglés. Les prometo emociones fuertes. Lo que no puedo asegurarles es que vayan a tener la inmensa fortuna de verla con una sala vacía donde, dicen, señorea un viejo fantasma junto al teatro romano de Málaga en un cine Albéniz que sigue conservando el gusto por la cultura con mayúsculas. Un lujo. Una gran tarde.

Sergio Calle Llorens

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