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martes, 1 de julio de 2014

¡VIVA ANDALUCÍA!

Que los sindicatos y el PSOE andaluz estén robando a sus afiliados es un acto de justicia divina. Que los parados hayan visto mermadas sus capacidades por el fraude de los cursos de formación me parece una excelente noticia.  Tal vez una forma algo siniestra en la que el creador se venga de la estupidez y el cretinismo de esa pandilla de tarados que forma la taifa más absurda del mundo.

Que los usuarios de la sanidad andaluza vayan a ver como cierran habitaciones en los hospitales  es una vendetta que ya hacía tiempo que algunos soñaban en privado. Que IU Andalucía esté colaborando en el gobierno corrupto andaluz es la mejor nueva que podemos echarnos al oído. No hay suplicio peor.

Esa gente merece que le roben hasta en sus funerales. Esa muchedumbre ha alcanzado la cumbre del Everest particular de la idiocia y ahora, por supuesto, es divertido verles caer desde la cima. Unos no tienen el equipo correcto, otros no habían previsto morir congelados en la fría nieve del invierno, o en los rigores mortis del verano.

Andalucía aunque prescindible, merece vivir, para que este sistema de latrocinio institucionalizado afecte a cada uno de los ceporros andaluces que lo han apoyado. De esta forma el andaluz podrá seguir bajo el yugo de una organización criminal.

Se lo han ganado a pulso. Se lo merecen por haberse metido ellos solitos en la boca del lobo. Y de allí, como imaginan, va a ir a sacarles Rita la Cantaora. Nada podrá salvarles porque la estupidez no tiene cura.

Me voy a sentar a ver sus cadáveres pasar. Me estoy relamiendo porque nunca he matado a nadie pero asisto a este funeral con inmenso placer. Sí, Andalucía debe seguir viviendo; con sus cantes histriónicos, con sus banderas almohades, con su pintorequismo, con sus taras y su cretinismo universal.

Prefirieron gozar del nodo andaluz franquista de Canal Sur antes de luchar por una educación y sanidad pública. Ahora la deuda se ha disparado y, como preveía, ya no podrán pagar ni la una, ni la otra. Seguirán con sus homenajes al necio de Blas Infante, con su Rocío donde volarán niños en la madrugada para tocar a la Blanca Paloma. Continuarán pensando que ser andaluz es algo que quita el sentido. Y yo, como no podía ser de otra manera, no pienso llevarles la contraria. Siempre es mucho mejor ignorar a un tonto que tener en cuenta sus opiniones.

¡Qué siga el baile hasta el fin de los días!


Sergio Calle Llorens 

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