Personalmente estoy muy vinculado a Nerja pues pasé allí unos veranos maravillosos. Paseos junto a la mar. Amores estivales en las
coquetas calles del pueblo y experiencias entrañables en las playas vírgenes de
Maro. Tirar del copo al amanecer. Salitre y pescado. Guardo en algún rincón de mi memoria esos momentos y, siempre que puedo,
mis ojos tornan a ese mágico enclave mediterráneo y la magia fluye. En Nerja
aprendí el dolor por el final del verano cuando los ligues se iban para no
volver, y un servidor se quedaba aullándole a la luna. No tenía yo entonces
ningún problema con las mujeres porque, sencillamente, no tenía mujeres con las
que tener problemas. Yo moría por aquel lugar al que siempre volvían
esas chicas de pieles rosadas próximas a la descubierta. Amores fugaces. Añoranza
de unas damas nórdicas con las que uno se bañaba en la mar de madrugada. Besos
robados y caricias secretas. La universidad de mi vida.
No creo equivocarme al afirmar que no hay español que no
conozca donde está situada Nerja. Ese maravilloso pueblo malagueño junto al
mediterráneo. Las vistas a la patria salada desde el Balcón de Europa, una
atalaya a la que nuestros compatriotas comenzaron a asomarse con la bendita
serie de Verano Azul. Serie que ha tenido varias repeticiones en TVE con gran
éxito de público. Como olvidarnos de Chanquete y sus niños. Y el día en el que
toda España lloró su muerte televisiva.
Sin embargo, los hombres y mujeres de la Junta de Andalucía no tienen
muy claro la ubicación exacta de Nerja. De hecho, acaban de publicar un folleto
turístico en el que aparece Almuñecar, Frigiliana, Torrox pero de la perla más
importante de la Costa
del Sol oriental nada se dice. Parece que la guía fue escrita por alguien como
María Gámez que si antes era indecisa, ahora no lo tiene muy claro.
Como no podía ser de otra manera, las autoridades de la
localidad andan de uñas con la
Junta y ya le han pedido rectificación. No es que Nerja
necesite mucho de Andalucía para promocionarse. Ya les digo que las 14.000.000
millones de almas que han pasado por el aeropuerto de Málaga- Costa del Sol- en
2013 conocen perfectamente la ubicación exacta del pueblo malagueño que, por si
no lo saben, aporta millones de euros a las arcas de la inútil taifa andaluza.
Lo de la Guía
podría ser un error sin más, si no lloviera sobre mojado. Recordemos como la Junta ha tratado siempre de
substituir, sin éxito, la marca Costa del Sol por la patética de Andalucía.
Incluso recordamos como el gobierno regional prohibió a Málaga Capital poner
indicaciones de sus hoteles en la ciudad. En cualquier caso no importa porque
el Museo Picasso es la segunda institución más visitada del sur de España tras la Alhambra y, Málaga es el
motor económico de Andalucía. Y es que en la región de Málaga hay turismo de
sol y playa, nieve y los mejores museos de toda la taifa. Pese a quien pese, y
duela a quien duela. Nerja, sencillamente, es otra guinda a un pastel
extraordinario a pesar de las zancadillas y locuras de los señoritos andaluces
que nos gobiernan. Lo de la Guía de la
Junta en la que no aparece nuestra amada Nerja, me recuerda a aquel
anuncio que decía; hombre invisible busca mujer transparente para hacer lo nunca
visto. Y ese es el problema, que lo nunca visto es que el pueblo malagueño hubiera
aparecido en la jodida Guía Turística. Son tan previsibles.
Sergio Calle Llorens
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