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domingo, 15 de diciembre de 2013

EL LIBRO DE ENOCH


Todo empezó, de alguna manera, cuando analizaba la palabra Elohim que, para no iniciados, significa Dioses. Posteriormente, esa palabra fue traducida por Dios. Estaba yo empapándome de un libro que no llegó a conocerse en el mundo cristiano hasta la primera mitad del siglo XVIII, y resulta prácticamente un compendio de hechos fantásticos, cuyo significado posiblemente sólo podemos comprender parcialmente en la actualidad. Se trataba del Libro de Enoch.

Pocos sabemos acerca de la persona de Enoch. El Antiguo Testamento (Génesis 5, 23 y 25) dice: “En total, Enoch vivió 365 años. Enoch frecuentaba a Dios y luego ya no fue, pues Dio lo había arrebatado”. Obviamente, la traducción es una manipulación de los cronistas cristianos porque se hacía referencia a los Dioses.

Pero si misterioso es el asunto de que Enoch frecuentara a los Dioses y que fuera arrebatado, no lo es menos el asunto de que muy poco de los 108 Capítulos del Libro fueran incluidos en la Biblia. Lo único que sí fue recogido es el siguiente pasaje:

“Sucedió que los hombres de la Tierra comenzaron a multiplicarse y les nacieron hijas. Entonces los hijos de los Dioses vieron que las hijas de los humanos eran hermosas y tomaron por esposas a las que deseaban. En aquellos tiempos había gigantes en la Tierra, también cuando los hijos de los Dioses frecuentaban a las hijas de los humanos y éstas les parieron fuertes de los tiempos antiguos”.

Los expertos no se ponen de acuerdo. Algunos señalan a estos hijos de los Dioses como divinidades menores. Los exégetas que parten de la traducción de los Dioses, piensan aquí algunas veces en ángeles, otras veces en descendientes de Seth.

Como es evidente, hay más preguntas que respuestas. Si aplicamos algo de lógica al misterio del Libro de Enoch, hemos de afirmar que nuestro pasado como raza humana fue sencillamente fantástico. Un pasado al que no podemos mirar con ojos pretéritos sino con los ojos que vendrán. Como ya dijo Salomón: “Lo que fue, volverá a ser; lo que ocurrió, volverá a ocurrir y nada nuevo hay bajo el sol”.

En cualquier caso, el Libro de Enoch es aceptado históricamente hablando y era apreciado como una contribución literaria religiosa en el judaísmo y también en el Cristianismo en el Cristianismo del siglo III.  Probablemente el libro de Enoch fue desestimado porque incluía algunas revelaciones sorprendentes:

1-     Los ángeles ya existían antes de la creación del universo.
2-     Los ángeles que ya habitaban la tierra se enemistaron con los Dioses.
3-     Parece que los ángeles que habitaban la tierra debían colaborar en la perfección de la tierra.
4-     Lucifer destacó más que todos por los abruptos cambios en sus costumbres de vida.
5-     Lucifer quiso subir al cielo y colocar su  trono por encima de los Dioses de las estrellas.
6-     Lucifer se volvió arrogante “levantó su corazón y envidió a los Dioses. Decidió hacer la guerra y arrastró a los ángeles a la revuelta. Comandó a los ángeles que no habían conservado sus dominios sino abandonando el hogar propios.
7-     Lucifer y sus seguidores fueron derrotados y aniquilados.

Como ocurre con la obra de Don Quijote, el lector deberá de poner un poquito de su parte para entender lo que quiero decir con esta pequeña introducción del misterioso Libro de Enoch. Lean el libro de Ezequiel y entenderán claramente el origen de uno de los mayores arcanos de la humanidad.

Sergio Calle Llorens

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