Desde el exterior de la tierra se distinguen claramente dos
cosas: La muralla china y la poquísima vergüenza de los sindicalistas y sus
cómplices de la Junta
de Andalucía. Incansables al desaliento. Los primeros porque viven del sudor
del de enfrente, sin dar palo al agua. Los segundos porque han establecido un régimen
de latrocinio institucionalizado que puede estar llegando a su fin. Lo
comentaba hoy uno de los responsables de
la Resistencia
en Andalucía. Al parecer, el Fiscal Jefe del TSJA ha decidido abrir diligencias
para investigar a esos sinvergüenzas tras una denuncia presentada por ese
colectivo al que pertenezco. La denuncia se basa en el hecho de que el personal
no funcionario no puede otorgar subvenciones. Dicho de otra forma, que todas
las subvenciones son ilegales. Huelga decir que la responsabilidad se extiende
a las célebres agencias IDEA, EPSA, Cooperación internacional del Conocimiento,
a la de Dependencia, a la de Instituciones Culturales e incluso alcanza a la Agencia de Medioambiente.
Organismos que han servido, entre otras cosas, para patrocinar cualquier
proyecto internacional, mientras a los niños andaluces les tienen que asegurar,
y por decreto, tres comidas al día. Una constatación del fracaso de tres décadas
largas de socialismo. En cualquier caso, Andalucía ha vuelto a demostrar que es
lo más parecido a un sujetador; eleva a los caídos, oprime a los de dentro y
engaña a los de fuera. ¡Hasta ahora! Sólo he de añadir aquel dicho en gaélico
irlandés; Tá athas an domhain orm. La felicidad del mundo está en mí.
Sergio Calle Llorens
¿Y lo del Pastrana, capo mayor de la UGT en Andalucía, comiendo mariscos a todo trapo, en el Hotel Hilton de Durban, a cuenta de una Visa Oro pagada con las subvenciones derivadas de nuestros impuestos? ¿Cuándo comienzan los escraches a las sedes de estos mafiosos? ¿Mañana?
ResponderEliminarEs un achaque muy andaluz hacer oídos sordos a los desmanes de estos HDP. Ni mañana, ni pasado.
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