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martes, 23 de abril de 2013

LA CONSPIRACIÓN CONTRA EL MÁLAGA



Mis remordimientos son leves como las olas rizadas del mediterráneo. Algo que, sin duda, no podrá decir jamás el árbitro escocés Craig Thomson tras apear al Málaga de las semifinales de la liga de campeones. Eso, en el supuesto de que tenga conciencia. Si no fuera así, sólo puedo añadir que el infierno no está en el remordimiento, sino en el corazón vació como dejó escrito un gran hombre. Sea como fuere, los hechos son los que son. El partido fue amañado aunque la prensa de la meseta se niegue a publicar noticias sobre el tema. Lo cierto es que el Málaga C.F. ganaba 1 a 2 en Dortmund en el minuto 90. La noche buscaba la madrugada y los malagueños, como el resto de españoles de bien, contenían la respiración. A esa misma hora, la casa de apuestas Betfair recibía cientos de apuestas de mil a uno por la victoria de los alemanes. Sospechosamente, todos los apostantes que luego se llevaron un pellizco importante, eran de la misma zona del Reino Unido que el colegiado. El Borussia terminó remontando con goles ilegales con hasta cinco jugadores en fuera de juego. Puede que los británicos inventaran el fútbol, pero desde entonces no han aportado nada al buen funcionamiento de ese deporte.

Clama al cielo que nadie pueda investigar el tema pues la ley británica impide revelar los nombres de los apostantes. De conocerse, podríamos establecer las conexiones del señor Thomson con los postores. Estamos ante un caso único e inaudito. Seguidores de una misma parte del mundo deciden perder la cabeza apostando a una victoria del equipo de casa a escasos segundos del final. Esta extraña coincidencia no se explica por el mal de las vacas locas que, de repente, hubieran afectado las facultades mentales de esos afortunados. Sencillamente, sabían lo que iba a acontecer en los minutos finales. Y, por supuesto, ganaron una pasta. No eran los únicos, parte de la prensa española  apostaba ya por unas semifinales entre españoles y alemanes. Incluso soñaban con ella.

Probablemente el libro negro de la UEFA está todavía por escribir. Un trabajo que desvele los tejemanejes de una organización corrupta y prepotente. En la retina de los buenos aficionados al deporte, quedarán grabadas para siempre las imágenes del robo de Dortmund y, también, el hecho de que en el sorteo de liga de campeones se mostraron todos los goles con la excepción de los del Dortmund. La UEFA llevó el escarnio mucho más lejos en el homenaje de Van Nistelrooy donde obviaron los goles que había metido con la elástica blanquiazul. Al holandés el detalle no le pasó desapercibido y comentó delante de esos arrogantes dirigentes del fútbol europeo, la tristeza que llevaba por no ver al Málaga C.F. en las semifinales.

La prensa obviará el tema del amaño de partidos hasta que el Real Madrid sufra, algún siglo de éstos, un agravio parecido. Entonces los que hoy callan, se rasgarán las vestiduras y tirarán con fuego contra los despachos federativos. ¡Dios quiera que para entonces alguien esté en disposición de presentarnos las pruebas definitivas de aquel robo de Dortmund! La tristeza por esa injusticia no nos puede paralizar pues Málaga y el Málaga merecen pisar la tierra prometida. Esa de la que no son dignos sinvergüenzas como Michelle Platini y Craigg Thomson.

Sergio Calle Llorens

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