El gobierno bipartito andaluz es indescriptible, inenarrable
y de una indiferencia total a los problemas de la gente normal. Lo suyo es
hacer la puñeta como forma de pasar por el mundo. Salvo que sufran de un ataque
de decencia, lo habitual es privatizar comedores escolares, cerrar quirófanos y
mandar al paro a todo hijo de vecino que se atreva a no tener el carnet del
PSOE. Luego la culpa es de Madrid, cuando gobiernan los del PP. Y si están en
presencia de la prensa amiga, apuntan, como responsables, a los habitantes de
una galaxia lejana. Su único motor es perpetuarse en el poder.
Como soy hombre de matiz mediterráneo, de una comarca
europea donde no nos van las medias tintas, quiero relatar las últimas decisiones
de estos patanes que nos gobiernan cuyas neuronas no llegan, aún sumando las de
todos, a la media docena.
En Almería, la
Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha
propuesto cerrar la Alcazaba
por las tardes en la temporada de verano; una decisión que según la Asociación Amigos
de ese precioso monumento supondrá una pérdida de 30.000 visitantes anuales. Esta
decisión se une al hecho constatado de que el gobierno de la república bananera
de Andalucía haya destinado 635.762 euros a la elaboración de un estudio para
la prevención de inundaciones en el tramo final del río Loukko en Marruecos,
mientras ha dejado de limpiar los cauces de ríos y ramblas de toda la provincia
de Almería.
En Málaga, todavía se escuchan las carcajadas olímpicas
porque al PSOE, comandado por la hija del farero con menos luces que un barco pirata,
se equivocó en la moción que presentaba el PP para defender la opción del metro
soterrado en el último tramo, en contra de la propuesta del gobierno andaluz de
hacerlo en superficie. Gámez, con su estupidez biológica y turgente, no sabía
donde meterse ante la llamada inmediata que recibió de su ciudad, Sevilla, ante
el garrafal error cometido. Ella, con su pobre capacidad de oratoria, trataba
de echar balones fueras ante los miembros de su cuadrilla. Y es que la moción
decía lo siguiente: “ la negociación con la Junta se hará dentro del marco de los acuerdos ya
alcanzados”, es decir, bajo tierra, tal y como De la Torre se encargó de aclarar
en el Salón de Plenos. Pero es lo que ocurre cuando alguien que no llegó a
comprender del todo el contenido de la Cartilla Palau , tiene que leer
un texto con frases yuxtapuestas y comprenderlo. Mientras esto ocurría, la Junta trataba de reparar las
grietas y el resto de desperfectos del colegio público Rosa de Gálvez, que se
encuentra en una situación tan deplorable como la cantidad de aulas
prefabricadas que hay en la provincia. Lejos de estar contenta con los resultados
de sus políticas loquinarias, la
Junta decide que otros 124 médicos eventuales de los
hospitales de Carlos Haya y Clínico Universitario renovarán sus contratos por
un mes de duración al 75 por ciento de jornada y salario, cobrando un 25% menos.
Éstos ya barajan ir con la música a otra parte, que la andaluza es fea y sin
ritmo.
NO sufras amigo Sergio, el día de la dictadura se acerca y, oh sorpresa, los verás todos lamiéndole las pelotas al que nos venga a gobernar. Los tontos no son ellos, amigo mío, sómos todos los demás que bailamos al son que nos marca el Per, la subvención y el Se llama Copla de esa mierda de medio llamada Canal sur.
ResponderEliminarUn saludazo.
Miedo me da lo que venga. Ya sólo aspiro a tirarme al monte. Saludos
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