El ciudadano deja de serlo cuando se aleja de la escalera de la independencia. Defecto que conduce al infierno andaluz, donde el demonio del PSOE gobierna ante la falta de una sociedad civil fuerte y organizada. Cuando uno denuncia esto junto a los desmanes del gobierno regional, llegan el odio y las amenazas. Soy consciente de que siendo tan crítico, he de tener una mandíbula encajadora aunque, algunas veces, la cosa llega a mayores en algún callejón oscuro. Ya conocen mi afición de pasar de la literatura a la acción. A mí lo de la otra mejilla no me va. En última instancia, el odio de la chusma es siempre una forma de reputación. Una reputación, sin lugar a dudas, mucho más gloriosa que las loas que aparecen en Canal Sur. Y de eso, precisamente, quería hablarles hoy.
Para el ente autonómico no hay recortes que valgan. Por eso, el gobierno bipartido andaluz va a entregar 138 millones de euros cada uno de los próximos tres años a Canal Sur. Noticia que ustedes habrán leído en casi todos los medios de comunicación pero, ¡sorpresa, sorpresa!, no en el Nodo Andaluz. Justo es decir que IU se abstuvo de votar en la entrega de esos 414 millones al canal más inútil que parió madre alguna. En resumen, las mentes progresistas quieren garantizar la viabilidad de la radio y televisión de Andalucía. Una tele plural donde se admiten opiniones a favor del gobierno andaluz como en contra de la oposición. Más o menos como en Telemadrid pero a la inversa. En ambos casos, ninguna de esas televisiones sirve para subir el nivel cultural de sus espectadores y, como saben, su única utilidad es la intoxicación informativa. Labor a la que ya se dedican otras televisiones como Telecinco. Por lo que no hay motivo para mantenerlas por más tiempo.
El PSOE afirma “querer una televisión pública con público” preferentemente IDIOTA que se trague sus patrañas. Gente de poco leer que no tiene ni idea que está ante el mayor monumento a la idiocia del planeta tierra. Monumento que ha sido deficitario desde el minuto uno. Alargar su vida, en vez de acabar con ella, supone un insulto a la inteligencia. Algo que podría entender hasta un socialista con el cerebro encogido. ¡Qué traigan a María Gámez!
Los recortes en Sanidad y en educación podrían haberse evitado con la inyección económica a Canal Sur. Puede que los consumidores habituales del subproducto cultural se crean que Andalucía está al máximo, o la quinta modernización del territorio. Empero, la realidad es sencillamente puñetera y, Andalucía, más que nos pese, es el culo de España.
Lo único bueno de Canal Sur es que no presta ni un minuto a tratar de establecer diferencias con el resto de antropoides peninsulares, estilo TV3, pero podría ser que incluso lo positivo no lo fuera tanto. Lo digo porque ya se bastan los programas del ente andaluz de proyectar una imagen zafia y estúpida del andaluz que sólo sirve como animal de compañía en las fiestas del barrio. Al resto de españoles les basta cualquier espacio televisivo andaluz para cerciorarse de que los andaluces son diferentes a todos los seres del planeta.
Igual que en ocasiones he pedido que la Junta organizase una oficina para que los honrados ciudadanos pudiésemos darnos de baja en cualquier momento de la condición de andaluces, también propongo un mecanismo para liberarnos de la financiación de Canal Sur. Pensemos que todos estamos a favor de pagar impuestos, pero no para una programación hecha para desequilibrados mentales. Y es que esa programación sureña lleva consigo un alto grado de toxicidad mortífera. No me digan que no sería mágico un despertar sin gobierno regional, sin Canal Sur. Un amanecer con una sinfonía de esos gorriones, que no de gorrones rosados, que pernoctan en nuestros campos y jardines. Sería bonito y, sobre todo, sería mucho más barato. ¡Amen!
Sergio Calle Llorens
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