Desconfío de las personas calladas. Aprovechan el peor
momento para hablar y siempre dicen lo que no deben. Los hombres y mujeres de
IU no están dentro de éste grupo, sino que pasan el día cascando y, siempre que
pueden, nos presentan sus proyectos, con la misma ilusión que Moisés en el extraño asunto de los diez mandamientos. La última ocurrencia tiene que ver
con el metro de la capital. La prensa lo presenta así: “La consejera de Fomento
de la Junta de
Andalucía va más allá del escenario de la Alameda Principal
y estudia llevar el suburbano al Palo por el Paseo Marítimo Pablo Ruiz Picasso
y no por el eje interior”. Obviamente, esta opción está condicionada a los
estudios técnicos y a la necesidad de solventar el escollo del ayuntamiento que
dirige el PP. Ese partido que quiere implantar la chorrada de Bus Rapid
Transit. Cada vez estoy más convencido de que el alcalde se quedó en el 73 como
Bowie y T- Rex. Desgraciadamente Don Francisco no es el rey del Glam, y los de
IU tienen unos cerebros diferentes al resto de los mortales. De todos ellos desconfío.
No puedo entender que la consejera haya obviado el proyecto
constructivo existente, redactado por Typsa y José Seguí y que nos costó 1,6
millones de euros, y que fijaba como itinerario más adecuado el eje interior de la coqueta zona Este por estar junto a los núcleos de población. Para justificarse acaba de anunciar lo
siguiente: “Una opción es más adecuada en lo que a los pasajeros se refiere; la
otra, busca más el atractivo turístico y la restauración en la zona”. Si usted
todavía no se ha caído de la silla al leer que un metro debe de ser construido
atendiendo a razones turísticas antes que de movilidad, les dejo con otra
perlita: “Un proyecto de este nivel no puede hacerse sólo teniendo en cuenta el
punto de vista técnico, sino que hay que ver también como se integra en la vida
de la ciudad. Es un tema que está abiertísimo”. Como mis carnes ante las
paridas de esta señora.
Mucho me temo que los amigos de la dictadura del
proletariado serían capaces de hacernos un trenecito turístico por la arena y,
ya que están, quitarnos las playas por ser un símbolo demasiado burgués y de
derechas. No creo errar al pensar que la formación que dirige Diego Valderas se
caracteriza por tener caput ferruco y cullum plumbeum. Se me antoja difícil que
un proyecto con cabeza de hierro y culo de plomo pueda llegar a levantar el
vuelo algún día.
Mientras IU se sigue haciendo la picha un lío con el asunto
del metro, el ayuntamiento de la capital ha dado por terminado los trabajos de
conservación y limpieza entre las cuencas del Guadalhorce, el Guadalmedina y
Este, labores que comenzaron el pasado verano y que se ciñen a la retirada de
residuos, ya que la de árboles y vegetación corresponde al gobierno de
la Junta de
Andalucía. Desde el pasado julio, el ayuntamiento ha requerido a la Consejería de Medio
Ambiente la retirada de la maleza en los cauces para evitar desbordamientos en
caso de fuertes lluvias. Los chubascos llegaron y las cañas se presentaron en
nuestras playas, las mismas por donde quieren meter la línea 3 de metro de Málaga.
Hay quien defiende que las que todavía no han quitado los ayuntamientos de las
zonas costeras, son el regalo de la
Junta a los malagueños para que podamos hacer los Júas allá
por la noche de San Juan. Y hablando de regalos, mientras los arroyos y ríos
malagueños corren peligro de desbordamiento por inundaciones, nuestros queridos
gobernantes andaluces concedieron una subvención de 665.000 euros para un
estudio de la prevención de inundaciones en el río lobos que, por si no lo
ubican en el mapa, se encuentra en la población marroquí de Larache. Ahora,
estoy convencido, el lector ya sí se habrá caído del asiento. Redondo.
Sergio Calle Llorens
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