SORAYA

Siempre he defendido que en Andalucía la mujer que vale se hace empresaria y la que no se mete a sindicalista. La primera lucha por abrirse camino en un mundo de tiburones donde rige un código no escrito muy masculino. Sin embargo, estas diosas del trabajo van por la vida sin complejos. Dedican más horas que nadie a la faena bien hecha. A veces incluso tienen tiempo de hacer catorce cosas a la vez, y sin equivocarse. Por eso, si usted es andaluza y todavía duda entre las dos opciones para ganarse la vida, no lo dude. Conviértase en empresaria. Hágase un favor y de camino nos lo hace a todos. Usted puede ser la siguiente en labrarse su destino a base de mucho esfuerzo. Sin excusas y sin vivir del cuento como suelen las sindicalistas junto a sus hermanos varones. Entre nosotros, ahora que no nos oye nadie, el futuro de todos depende de gente como usted y como yo. Personajes anónimos dispuestos a pelear cada segundo del día. Porque somos nosotros los que pagamos la seguridad social, los seguros de los trabajadores y hasta las vacaciones a los liberados sindicales. Pero necesitamos ser más para generar riqueza, y hoy le pido su ayuda.


Si no está convencida del todo, le pondré el ejemplo de otra mujer y su actitud valiente ante la vida. Le hablo de Soraya Sáenz de Santamaría. Verá, esta fémina tuvo a su hijo el 11-11-2011. El mismo día que Metro Málaga anunció la inauguración del suburbano, sin cumplir obviamente. Pues bien Soraya salió de su casa once días después del parto para ponerse a trabajar sin hacer caso de la disminución de hormonas que afectan a las mujeres tras haber dado a luz. Un período que supone todo un suplicio para las nuevas madres según todos los informes médicos. Sin embargo, esta mujer sabía que su partido y España la necesitaban. Rajoy podía haber elegido a cualquier otra, incluso a un hombre, pero el que vale vale, y el que no, trabaja en canal sur. Y a bien que no ha fallado a su llamada. Así con el útero dolorido, los pechos que la incomodan y todo lo que usted imagina, se puso a trabajar como una auténtica campeona. Ni que decir tiene que ahí sigue sin pronunciar una queja. Estamos pues, querida amiga, ante alguien que no se escuda en lo que tiene entre las piernas cuando se equivoca. Ella, simplemente, sigue en el tajo. En su caso el de intentar sacar a España de la peor crisis de su historia. Con un paro que ha batido su propio record, situándose en un nuevo máximo histórico: 4.420.000 desempleados. Soraya habría tenido muy fácil quedarse en casa a que la mimaran y a cuidar del bebé, pero dijo que naranjas de la china. Porque para eso, querida amiga, está el padre, es decir su marido. Ella, a su manera ejemplar, lucha porque su querido niño viva en una España mejor.


Por eso espero que muy pronto se deje usted también de excusas y se ponga a trabajar, pero de verdad. Olvídese de los convenios colectivos, de las bajas por enfermedad y salga a ponerse el mundo por montera. Le puedo asegurar que la mejor recompensa por un trabajo bien hecho es haberlo hecho. Sin más. Ha llegado el momento pues. Cierre los ojos y sueñe con un futuro mejor para usted y los suyos. Su victoria será la de todos. Pase de los comentarios de los envidiosos que trataran por todos los medios de persuadirla en su intento de convertirse en empresaria. Y recuerde que una noche cuando llegue a la cama y no le queden fuerzas para hacerle un buen arrumaco a su enamorado, durmiéndose antes de que la cabeza llegue a tocar la almohada siquiera, el destino o la diosa fortuna velarán su sueño. Porque Dios siempre bendice a los valientes, y mucho más a las mujeres de verdad. Especialmente a esas cuyos nombres se escriben con todas las letras. Querida amiga, España la necesita. No nos falle si no quiere que los del capullo nos sigan follando el trasero.


Sergio Calle Llorens