LA EDUCACIÓN EN ANDALUCÍA

Andalucía es en España lo que Burundi en África; un auténtico disparate. Para cambiar ese orden de cosas debemos atacar sin falta el sistema educativo. Ahora que los socialistas y su partido están partidos, habría que buscar entre sus filas a gente dispuesta a llegar a acuerdos con el gobierno de España. Han de reconocer que han creado- no sólo los socialistas-una masa de cretinos con su LOGSE y su LOE. Por eso se hace más necesaria que nunca el establecimiento de un nuevo sistema que informe y no adoctrine a las nuevas generaciones. Al fin y al cabo las reformas educativas no han sido leyes pedagógicas sino ideológicas para crear una falsa sociedad igualitaria que luego se deshace, a partir de los 16 años, y que mantiene juntos a muchachos que quieren estudiar con criaturas que pasan la jornada lectiva boicoteando las clases. Para cambiar ese tipo de cosas, necesitamos un sistema basado en el trabajo, el merito y el esfuerzo. Ese podría ser el inicio de algo grande, tanto en Andalucía como en el resto de España.



Yo distingo educación de enseñanza. La educación es el conjunto de medias que realiza una sociedad completa para que sus jóvenes aprendan las normas de convivencia de la sociedad. Eso se hace desde muchos campos, entre ellos la familia. El sistema de enseñanza es aquel que trasmite una serie de conocimientos, que instruye en diferentes campos; matemáticas, lengua, idiomas, ciencia, historia. La enseñanza, en definitiva, debe servir para que las nuevas generaciones puedan enfrentarse a la existencia y a los problemas que ésta presenta. En Andalucía, las políticas educativas no han podido instruir a los más jóvenes en los conocimientos que les ayudarán a valerse por sí mismos. No quiero dejar al margen la deficiente educación que muchos niños reciben en casa. Por eso cuando los jóvenes abandonan el seno familiar se encuentran desvalidos. En consecuencia, todos hemos fallado a esas nuevas generaciones a la que yo llamo lerdos impacientes que quieren todo a cambio de nada, y lo quieren ya, faltaría más.



Quisiera hoy, por tanto, hacer un llamamiento a todos aquellos que tienen cierto poder en la sociedad para revertir el sistema educativo actual. Hay que romper con esa ley que empezaba diciendo que los conocimientos no son importantes, porque a día de hoy en Andalucía no vale el proverbio hindú que afirma que un profesor con quien más aprende es con sus estudiantes. Y es así, porque hemos criado una legión de zangolotinos que no sabe que el estudio no debe verse como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber como muy bien sabía Albert Einstein. Para lograr el cambio necesitamos dos cosas; voluntad y dinero. De la primera no dudo porque conozco a miles de personas que se dedican al mundo de la enseñanza dispuestas a dar lo mejor de sí. En cuanto a lo del dinero, bastaría con cerrar Canal sur, suprimir las ayudas y subvenciones a los sindicatos trincones. Todo con tal de que nuestros escolares aprendieran que la Granja San Francisco no es un país productor de miel. Con seguridad muchos se opondrían, pero es que no está hecha la miel para la boca del asno.



Sergio Calle Llorens