CAYETANO EL TERRATENIENTE

Las declaraciones de Cayetano Martínez de Irujo criticando al PER y los subsidios que reciben los jornaleros en el programa “Salvados” bajo el título de “Subvenciones” han provocado un aluvión de críticas en Andalucía. Por si fuera poca la andanada, el Conde de Salvatierra, declaraba que “la gente joven no tiene ganas de prosperar y eso sólo pasa en Andalucía”. También apuntaba a la región como la que más subvenciones ha recibido y la que menos ha prosperado. Así que tratándose de un tema eminentemente andaluz, no podía pasar por alto la ocasión de dar mi parecer al respecto.


Verán, El señor Cayetano Luis Martínez de Irujo probó, en su niñez, unos supositorios tan efectivos que desde entonces anda con la cabeza dormida, porque en caso de haberla tenido despierta, habría caído en la cuenta de que la presencia de terratenientes como él impide progresar a los jornaleros. Eso sí, le concedo eso de que Andalucía es la región que más subvenciones ha recibido y la que menos ha progresado. Entre otras cosas, porque eso no es una opinión, es un hecho. Ahí tienen los fondos europeos al desarrollo y los datos económicos de la autonomía más inútil de España. Y lo es, sin lugar a dudas, porque los señoritos y los descamisados sellaron un pacto a sangre y fuego hace treinta años para que todo siguiera más o menos igual. La Omertá andaluza está tutelada por los sindicatos y el PSOE, últimos responsables del subdesarrollo andaluz.


Andalucía no triunfa porque la verdadera gloria, como decía Cicerón, echa raíces y extiende sus ramas, la falsa pronto cae al suelo como flor frágil. Para llegar a ella, la senda más corta es esforzarse en ser tal como se quisiera que se pensara que se es. Sin embargo, los andaluces lejos de entenderlo, aceptan esas migajas en forma de PER para que sus señoritos sigan con mando en plaza. Para más INRI, la secta del capullo se lucra con el invento de la autonomía, algo que no sólo es inmoral, sino que constituye una auténtica infamia. El resultado de todo es que la España de los cincuenta sigue vigente. La bestia franquista está entre nosotros. Cabría preguntarse qué diferencia hay entre un régimen que se convierte en bestia, con otro que conservando la apariencia humana, la lleva en su interior. Probablemente ninguna. Mejor nos iría a todos si de una puñetera vez nos pudiéramos librar de esa marca electoral de la rosa, basada en los privilegios de una casta que admira a los hombres fulleros que toman a menudo la malicia por sabiduría.


No quisiera terminar sin comentar los lamentos del hijito de la Duquesa de Alba por no vivir en el medievo. Esa señora tan sevillana que fue nombrada hija predilecta de Andalucía en 2006. La misma que percibe al año 1.885.000 euros en subvenciones y que posee unas 340.000 hectáreas de tierra. Cayetano dice que le gustaría volver al medievo para sacar su espada y resolver en duelo las 32 demandas que tiene pendientes. Pero que no equivoque nadie, de vivir en aquella época, Cayetano y los que son como él, alquilarían las espadas de otros hombres más diestros para que les hicieran el trabajo sucio. Aunque bien mirado, a mí tampoco me importaría volver atrás en el tiempo para encontrarme a Cayetano Martínez de Irujo en alguna callejuela andaluza para mandarlo, de una vez por todas, a cenar con Jesucristo. Se iba a enterar ese engendro de lo que uno del sur es capaz de hacer con una espada en la mano.



Sergio Calle Llorens