NO A LA AUTONOMÍA ANDALUZA

John Lennon dijo que la vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes. En Andalucía, en cambio, la vida es lo bueno que le pasa a los demás por dejar nuestro dinero en manos de la banda autonómica de atracadores similares a la de John Dillinger, pero sin su glamour. Lo escribo porque la autonomía andaluza es el peor invento que parió madre. Un engendro caro que sólo sirve para colocar a los amiguetes del partido más corrupto en la historia de España. Gentuza mantenida que piensa que la vida está hecha de pequeños placeres. Ya saben, una pequeña mansión, un pequeño yate y una pequeña pensión millonaria. Todo pagado con el sudor del de enfrente. El nuestro. Así que hoy les propongo un ejercicio matemático tan saludable como un sudoku. Comiencen a sumar:


Los funcionarios y trabajadores de la Junta cuestan 10.000 millones de euros al año. Recuerden que Andalucía es la región con más funcionarios, 519.000 para ser exactos. Muchos ni siquiera han pasado oposición por aquello de tener el salvoconducto socialista. El jodido parlamento andaluz- es que es jodidamente divertido- tiene un total de 109 diputados que cobran una 439.000 euros anuales, a los que hay que sumarles los 47,9 millones de euros de gastos de la cámara. Eso sin olvidar una indemnización para afrontar los gastos de alojamiento y manutención que origine la actividad parlamentaria. A esto hay que sumarle los 410 eurillos que se pagan a los que están a más de 300 kilómetros de la cámara. Esta indemnización suma al año una cantidad mayor que el sueldo base, ya que pude suponer aproximadamente entre 50.000 y 58.000 euros adicionales. Vaya, el chocolate del loro que será aún mayor cuando los de Izquierda Hundida convenzan a Griñán para que aumente el número de diputados. Y es que en Andalucía la ley de Murphy se cumple a rajatabla. Sigamos con la suma. Canal Sur- televisión hecha por indigentes intelectuales para oligofrénicos profundos sale por 250 millones de euros anuales. Mucho de ese dinero va a pagar a las llamadas productoras de pata negra, que es el nombre con el que se conoce a las dirigidas por los amigos del capullo. Por poner un ejemplo ilustrativo la fimar ZZJ recibe 83.882 por programa y un contrato de 1,3 millones. Europroducciones se lleva 2,5 millones de nada. Y todo para hacer programas como La Copla. En cuanto a coches, la Junta mantiene 300 vehículo oficiales de más de 60.000 euros. Aquí lo del desarrollo sostenible no se aplica a la casta política que usa el coche para ir del salón a la cocina, y cuantos euros llevo encima. Fíjense como será la cosa, que el Defensor del Pueblo, curilla él, tiene tres coches y cuatro chóferes para sus adjuntos. En cuanto a los móviles, el gobierno regional paga 350.000 euros de factura al mes par un total de 34.000 personas con celular. Peca minuta. Seguimos, la oficina que le pusieron al novio de Bibiana Aído en Madrid para que la flamencóloga no se levantara solita por las mañanas asciende a 499.324 euros, según datos de presidencia. También habrán que sumar los 30 observatorios- hay hasta uno del medicamento-, las ayudas y subvenciones a los sindicatos y organizaciones amigas que en 2009 fueron de 250 millones y el año pasado de 112. La prensa andaluza recibió del generoso gobierno más millones que en políticas de empleo, pero también el Diario Público que no tiene edición andaluza se llevó 55.000 euros. Eso sin olvidar el coste de los ERE, las subvenciones al hijo comisionista de Chaves y a la niña de sus ojos. Los asesores, los altos cargos, sus amantes y gastos de representación.


En fin, podría seguir escribiendo cifras durante tres años para ilustrarles sobre una ruina que no se puede mantener ni un minuto más. Por tanto, habría que cerrar la autonomía andaluza por deficitaria, por inútil y por ladrona. No podemos permitir más tiempo este latrocinio institucional en nuestras narices. Hemos de poner el punto final a esta autonomía que sólo ha traído miseria y chabacanería. Imaginen la cantidad de hospitales, líneas de metro, escuelas y carreteras que podríamos construir con el dinero que nos ahorraríamos si no tuviéramos que mantener a esa pandilla de gandules. Muchos piensan que la cosa tendría arreglo con un gobierno diferente que pusiera algo de cordura en la casa andaluza. Yo, en cambio, soy partidario de arriar la bandera, cerrar el chiringuito andaluz y dejar de hacer literalmente el ridículo. ¿Y a usted cuanto le sale la suma?


Sergio Calle Llorens