Cada semana traigo algunas noticias de Canal Sur para cumplir con la penitencia que me impuso un amigo. Verán, todo ocurrió cuando haciendo zapping me topé con un programa de la tele autonómica en el que ofertaban puestos de trabajo muy interesantes. Raudo y veloz como el rayo, llamé a mi compinche para informarle de que aquello podía ser el final de su vida como desempleado. Pero justo cuando iba a cambiar de canal, el locutor nos invitó a todos a ver el programa después de semana santa. El asunto del tiempo no habría tenido ninguna importancia, si no hubiéramos estado en verano del 2010. Ni que decir tiene que mi amigo se acordó de todos mis ancestros. Desde entonces, cumplo, en la medida de lo posible, en mi encuentro con la crítica al ente autonómico.
Esta semana me ha sorprendido el programa de Manu Sánchez dedicado al terror en el que con el mejor estilo canalsuriano El Arrebato confesaba que una vez durmió en un hotel “como rococó con cuadros de gente antigua mirándote y tuve que descolgar uno de ellos del acojone”. A mí lo que realmente me acojona es ver a María del Monte o alguno de los programas de Paco Lobatón ya sea buscando a gente que está loca por desaparecer o Listísimas que es una colección de chorradas andalusíes muy de su gusto; gente cayéndose, vídeos de mininos y doblajes del nivel de la LOGSE. Engendros todos ellos de la productora del bigotón responsable de quién sabe donde. Y es que en Canal sur el dinero público siempre va a los bolsillos de unos cuantos privilegiados. Los mismos que siempre se pegan al árbol andaluz de la ignorancia. Por supuesto, en Andalucía siempre existe el problema de que un hermano, un hijo o una hija de Chaves, los sobrinos de González vayan a helarnos el corazón y la cartera. Sin embargo, el familiar del verano que nos ha dejado sin habla es la prima de riesgo que está a punto de llevarse por delante a toda la familia europea. Por supuesto, la prima de riesgo para una gran mayoría de andaluces es aquella chica de pocas luces que siempre te mete en problemas. Y es que el andaluz medio, es de mirada estrecha, la misma que siempre dirige a Canal Sur Televisión. Habría que explicarles que el riesgo no es tener a una prima díscola, sino pertenecer a una familia donde la mayoría de sus miembros son gilipollas.
Sergio Calle Llorens
Si es que el andaluz medio es un especimen corto de mente pero largo de lengua. No tenemos perdón de Dios. Sómos el engendro simpático de Españoles sin fronteras en un mundo de piruleta creado al efecto por la amplííííísima familia socialista para que, sin calentarnos las cabezas ni ser máquinas pensantes, les mantengamos el chiringuito y costeemos los gastos del Cortijo a gentes que no es que sean mucho más letrados que la mayoría, sino que han sabido reirse mejor y de manera más inteligente de los demás.
ResponderEliminarComo sabrás, el patriotismo andaluz no es lo mío. Yo, ni siquiera me identifico con la esencia andaluza, pero he encontrado a miles de andaluces cuando vivía en el extranjero que eran investigadores, doctores, enfermeras, traductores etc. Gente de bien y muy preparada a la que tendríamos que convencer para que volvieran. El problema es que la minoría que nos gobierna no le interesa en forma alguna perder sus privilegios. Por eso, Andalucía está hecha a imagen y semejanza de lo peor de cada casa. Así nos va.
ResponderEliminarSi es que yo creo que es cosa del aire que respiramos. Será lo de los chemtrails que dicen los americanos, veo a algun sociata fumigandonos con algún tipo de producto para evitar que desarrollemos las neuronas. Lo que pasa es que algunas veces surgen especimenes resistentes al fumigado, que pensamos y reflexionamos.
ResponderEliminarEn mi opinión creo que cuando un andaluz se aleja de la fuente de la Fuerza Oscura (Lease Palacio de San Telmo), su mente de escapa de las ondas sociatas teleplásticas y el cerebro vuelve a funcionar, de ahí que todo lo bueno de Andalucía tienda a irse al exterior, quedándose los estómagos agradecidos, cuñadetes, amiguetes y demás fauna que, incapaz de desarrollarse mentalmente se queda al pairo de la subvención a cambio de su jugoso voto. Es de cajón