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jueves, 12 de mayo de 2011

NACIONALISMO VASCO Y CATALÁN

Los nacionalismos vasco y catalán basan su ideario en aquello de mentira bien inventada, vale mucho y no cuesta nada. Aparte, claro está, de la exageración típica de los agravios pasados. En definitiva, estamos ante una clara manipulación de la historia por motivos electoralistas. Por ello, se presentan como naciones- que nunca existieron- que perdieron su libertad por la perfidia de los españoles. Lo triste no es lo que dicen ser, sino que hay gente que se lo cree. Yo, que tengo una gran querencia por Cataluña y por el catalán, conozco el paño porque lo amo y creo saber de lo que hablo. En el caso vasco también puedo afirmar que ningún historiador de prestigio ha encontrado jamás documento que acredite la existencia de una nación vasca. Todo el ideario nacionalista, por tanto, es el resultado de una ideología nacida en la mente racista de Sabino Arana, prima hermana de la de Adolf Hitler. En cualquier caso, los nacionalistas de ambos territorios suelen enseñar a sus escolares que la guerra civil fue un ataque a la integridad territorial de sus respectivas “patrias”- SIC- por lo que la represión allí fue mucho mayor que en otras partes-. Sin embargo, un estudio detallado de las víctimas de la guerra civil de historiadores de cierta tendencia de izquierdas, ha demostrado que las víctimas en Cataluña y País Vasco fueron menores comparadas con las de otros territorios. Capítulo aparte merece la actuación de los llamados “Gudaris Vascos” que en algunos casos tenían que encadenarlos a las metralletas para que no salieran corriendo como conejos. Por no hablar de sus mandos que se rindieron a las fuerzas italianas- que tampoco se caracterizaron por su bravura- o de la traición del PNV a La República.



De cualquier caso, respeto, aunque no comparto, las opiniones y los sentimientos de aquellos que se sienten más vascos o catalanes que españoles. Yo no soy nadie para cuestionar ese sentimiento, sin embargo me molesta, y mucho, que ese sentir de pie a que otros territorios de España sean considerados de segunda por parte de los gobiernos de España de turno, ya que deben gobernar con la colaboración de estos partidos nacionalistas. Por si fuera poco, los medios de comunicación nos bombardean a diario con informaciones relacionadas con estos grupos nacionalistas, como si no existiera nada más en Cataluña y País Vasco. Algo que es contraproducente porque todavía hay sectores de la opinión pública española que no han aceptado la diversidad y riqueza lingüística de España. Gente que considera el hablar catalán o vasco un insulto a lo más sagrado de las esencias hispanas. Lo inteligente, como estado, sería impulsar un premio Nóbel de las letras en catalán, una lengua que tiene más hablantes que el danés o el finés. Y sin embargo, no es oficial en la Unión Europea. De esta forma, le arrebataríamos de forma simbólica la identificación de la segunda lengua de Cataluña- la primera es el español- con los nacionalistas. Las lenguas, queridos amigos, pertenecen a sus hablantes y no tienen ni tendrán ideología alguna. Sirven para comunicar ideas. El catalán como el español o el vasco no pueden tener adscripción ideológica alguna. ¿Sería mucho pedir a la mayoría de mis compatriotas que comenzaran a abordar el tema de los nacionalismos con algo de miras? ¿Podría la mayoría de los españoles tratar el asunto con inteligencia? La respuesta la tenemos en la imagen de un asesinato etarra saliendo de prisión cantando el himno de los “cobardes soldados vascos” y portando una pancarta de apoyo a Bildu- Nueva marca electoral de la izquierda abertzale- Sí, la imagen salió en todos los informativos de España y fue portada de la prensa nacional. Ni siquiera PP o PSOE podrían soñar con una propaganda electoral semejante. Y además gratuita. Sí, llevan treinta años haciendo de portavoces de esos señores. Así no hay manera, oigan.


Sergio Calle Llorens

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