Cada uno puede disfrazarse de lo que quiera; yo,
particularmente, podría meterme un palo por el culo para quedar retratado como
un delicioso helado en la
Fiesta de Halloween. Ya puedo imaginar a tigresas saboreando
mi cuerpo. Sin embargo, como se suele decir, el habito no hace al monje. Cameron, el mayor patán en la historia del parlamento británico, se quiere poner
la careta de aduanero puñetero y poner restricciones al resto de europeos que
quieren entrar en su territorio. Nada nuevo se podía esperar de aquel que
califica a Estados Unidos como un aliado menor en la Segunda Guerrala
Comisión le ha recordado al botarate inglés que él exige para
Gibraltar lo que ahora pretende negar al resto. Vaya que donde las dan, las
toman.
En Andalucía, que es Halloween todo el año, el disfraz de
honrada se le acaba de caer a la
presidenta de la taifa. Ahí la tienen impasible a pesar de que Luciano Alonso-
su Consejero. Burló la ley para dar 600.000 euros en subvenciones que tenía que
haber pasado por el BOJA, como bien publica El Confidencial. El político
extremeño, que no malagueño como se suele afirmar, está también implicado en el
escándalo de los cursos de formación. Un tipo que también fue pillado en las
subvenciones millonarias a la empresa de su antigua secretaria. Así que aunque
Canal Sur y toda la prensa amiga nos presenta a la Presi como disfrazada del
Zorro justiciero en plan Antonio Banderas, recuerden que la de Triana está de
muerte en su papel de Zorrilla.
Jesús Cintora y Antonio García Ferreras llevan años con la
careta de periodistas independientes. Como lo del Ébola les ha salido mal
porque ellos contaban con una muerte segura y el personal asaltando las sedes
del PP, ahora se han volcado en lo de las Black Cards de Bankia. Lo que no
cuentan, obviamente, es que tres directivos del Real Madrid las usaron
igualmente. Bueno pues ni el uno, ni el otro, han mencionado siquiera los
nombres de Guillermo Ricardo Marcos Guerrero,
Ángel Rizaldos y Luis Blanco. Al parecer, el mejor disfraz de estos presentadores
que viven del cuento es el de hijo de Gepetto, Pinocho para no iniciados.
No sé si usted es mucho de ocultar su rostro tras una máscara
veneciana o, por el contrario, se siente cómoda en el disfraz de policía puta,
de enfermera puta o de vampirersa. En realidad, me importa bien poco. Lo único
que le diré es que la próxima vez que usted hable de Gran Bretaña como una gran
nación, o apoye a gobiernos corruptos como el andaluz y, mucho más, se derrita
con periodistas que ocultan toda la mierda de aquellos que les pueden hacer
mucho daño, no lo dude, el disfraz que le viene como anillo al dedo es el de
payaso. Yo, por mi parte, hace tiempo que voy de Aladino con su lámpara
maravillosa. Hágase cargo, cualquier cosa para hacerle desaparecer de una
puñetera vez.
Sergio Calle Llorens
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